Hola Reika, siento estar de acuerdo con Hardin. Y digo que lo siento porque yo al principio era como tú, me preocupaba de todos los caballos de la cuadra, de si salían, de si estaban a gusto. Y siempre dispuesta a sacar al más difícil y a darle todo lo mejor para que fuera más fácil.
Digo que siento estar de acuerdo con Hardin porque, aunque por algún lado esta actitud me ha dado satisfacciones, la verdad es que me ha dado más disgustos que otra cosa. Primero, porque puede que, como Hardin apunta, no seas capaz de controlar la situación y acabes herida. Segundo, porque puede que sí puedas controlar la situación, que consigas que el comportamiento del caballo sea mejor, sólo para acabar descubriendo que como no eres la dueña del caballo, no puedes garantizar ni agradecimiento, ni tan siquiera un seguimiento. Por parte del caballo sí, ellos siempre suelen agradecer lo que se hace por ellos, pero si el caballo pertenece a otra persona, o a la hípica, puede que no les guste tu tratamiento, o que aunque les guste acaben vendiéndolo.
Te lo digo por experiencia. En mi hípica había un poni con fama de intratable, pero en realidad su único problema es que era demasiado sensible para ser tratado como un poni de tanda. Lo saqué de su estado de ataque continuo, lo puse a trabajar, pagué que le hicieran la boca (no se la habían hecho nunca), y acabé montándolo para demostrar que no era un monstruo que deseaba librarse de su jinete a toda costa. Y en el proceso me di cuenta de que era un poni que necesitaba un sólo dueño, alguien en quien confiar y a quien entregarse.
Y al final he acabado comprándolo. Y eso que debido a mi peso y su conformación no puedo montarlo seguido. Le he cambiado la alimentación, el ejercicio diario, y he conseguido que lo monten niños, eso sí, de los que ya saben montar. Y no es porque se bote ni sea malo, es porque necesita una mano suave y un jinete comprensivo.
Así que, si no tienes un bolsillo ilimitado, al igual que Hardin te recomiendo que te mantengas alejada. Porque puede ser que lo que hagas no funcione y acabes lesionada. O pero, porque puede ser que lo que le hagas funcione, y no puedas encontrar a nadie que tenga tanta paciencia como tu.