Independientemente de que tu bloqueo ante un problema sea contraproducente, y lo contrario de lo que necesita un caballo así, hay algo bastante peor en lo que se suele hacer frecuentemente ante un caballo asustadizo al que se le suma nuestro bloqueo ante los peligros:
En esos casos -y en muchos otros- se tiende a solucionar considerando que nuestra victoria ante lo que llamas "problema" es controlar las reacciones del animal ante él:
- Que consiga pasar por el "tramo del peligro" a toda costa.
- Que no se vaya "de lado" , "caña", movimientos bruscos, etc cuando pasa cerca.
- Que una vez conseguimos pasar "el punto peligroso" no se aleje de él al galope como en tu caso , o rápidamente.
Bien, puedes conseguir todo eso, "ganando", como nos gusta tanto pensar, y lo único que hemos hecho una y otra vez es:
Enmascarar el problema verdadero: el miedo del caballo, no que el caballo no pase por donde queremos.
El caballo pasa asustado,pero pasa, y conseguimos controlar sus reacciones indeseadas que nos comprometen como jinetes.
Eso repetido una y otra vez puede salirnos bien y tener un caballo que se "aguante" el miedo y no nos dé problemas, con lo que solemos conformarnos. O puede ser insuficiente: el caballo sigue con el mismo miedo, o más, y nosotros ni nos controlamos nosotros ni controlamos el caballo.
Y además hemos cronificado un problema.
Así que el problema sigue ahí, como sigue en tu caso dos años después, es más, incluso como indicas, va a peor.
Enmascaramos. Enmascaramos y enmascaramos.
Y nos suele ser suficiente, casi siempre.
Pensamos que un caballo "se ríe de nosotros", cuando le asusta una motosierra. Y qué poco nos gusta que un caballo "se ría de nosotros".
Si un caballo "se ríe de nosotros" aprovechará muchas más ocasiones que los ruidos estruendosos, fuertes o repentinos.
Abrigar a un caballo en un tramo "de ruido peligroso" no son sólo piernas, aunque sean importantes, ni es ponerse espuelas.
Es "abrigar" en muchos más sentidos que el "ecuestre".
Ya has visto que tu caballo, "pasa". Pero sigue asustado y sobrelsaltado, tiende a alejarse rápidamente y a actuar igual en cada nuevo ruido repentino o fuerte.
Lo siento, eso no es una victoria, es una derrota para nosotros, y para el caballo que sigue percibiendo su entorno cuando va con nosotros como peligroso y amenazante, incluso ante cosas nimias como una persiana.
Como probablemente el anterior dueño ya hizo lo mismo que tú -y que muchísima gente- y tú llevas ya dos años consiguiendo a toda costa controlar las reacciones del caballo ante su miedo-que nada tiene que ver con controlar el miedo del caballo- pues lógicamente no has conseguido ningún avance en su miedo.
Llegando incluso, según esos consejos que suelen darse tan cortitos de miras, a echarle la culpa de sus miedos al ruido al tipo de pienso -una cosa es la excitabilidad que puede provocar una alimentación excesiva o demasiado alta en hidratos de carbono de asimilación rápida, y otra el miedo ante los ruidos-
¿Soluciones llegados a este punto?
.....pocas, y sobre todo lentas y trabajosas.
No te ayuda a que posiblemente siempre fuese un ejemplar asustadizo, no te ayuda la raza, no te ayuda que llegase a tus manos con siete años, no te ayuda tu bloqueo, no te ayuda que ya hayas llegado a controlar el miedo una y otra vez controlando las reacciones durante dos años, y como estás viendo tampoco te están ayudando las espuelas (que deben ser usadas como mucho en casos así cuando estamos trabajando el problema desde la base -miedo del caballo, no respuestas del caballo- como "empujón" bien utilizado puntualmente.)
No soy muy optimista, y menos si el caballo sigue asustado incluso acompañado de otros caballos.
Supongo ya sabes lo que hay que hacer....empezar de cero a hacerle perder el miedo a los ruidos. Y el tuyo cuando te enfrentes a esas situaciones.
Pero no esperes grandes cambios milagrosos, posiblemente siempre siga siendo un caballo asustadizo.
Ponte en el lugar de tu caballo y te será más fácil e intuitivo el cómo hacerlo progresivamente, no somos tan distintos para encarar los miedos.
"Abrígale" ante sus miedos, pero como te gustaría que te "abrigasen" a ti.