Nakuru dijo:Bueno Sila, ya he explicado a que me referia y todo esto no viene al caso en el tema que plantea Amitxi, pero sera asi donde tu vives, que no dudo que lo que conoces sea asi. Yo hablo de lo que conozco yo, y te aseguro que no es (por suerte) como comentas.
Por suerte donde vivimos algunos no somos tan exquisitos y nos la trae al pairo si montamos con patillas, breeches, gorras, gafas de sol o barba si al que monta le gusta llevarla, faltaria mas 8) . Nos sentimos bien con nosotros mismos y no necesitamos disfrazarnos de algo que no somos poniendonos algo con lo que no vamos comodos pudiendo ir con algo que si, no juzgamos a nadie por ser como es o vestir como vista; nos respetamos humildemente y nos ayudamos y escuchamos sin importar como sea o vista el otro, sin creernos mejor o peor que el otro por ser mas guapos, mas correctos vistiendo o tener monturas mas caras, mas viejas o mas nuevas; porque nos gusta disfrutar de la naturaleza, de la buena compañia y del caballo por encima de todo.
Y sabemos que el habito no hace al monje.
Cuando digo la gran mayoría no digo aquí, digo en el mundo entero. Porque la inmensa mayoría de personas que usan la montura vaquera están en Andalucía y Castilla, y la diferencia en cuanto a número es abismal. Aquí hay un caballo por finca, si no más, y una montura vaquera por cada uno de ellos.
El hecho de montar así no es por ser exquisito, es por la forma de vivir el caballo, tan peculiar que conlleva un estilo estético singular que siempre llevan así, no sólo cuando se monta a caballo. Es una forma de pensar nacida en el campo y que ama el campo y le gusta su sobriedad. Por ello se viste así, al igual que a otras personas les gusta ponerse piercings o llevar el pantalón caído. Y se respeta a todo el mundo por lo que es, y la humildad es la de un hombre de campo, que se siente a gusto en él. No se cree uno mejor que otro y se ayuda cuando se puede, y cuando el otro lo acepta. Y ahora nos quieren vender las nuevas monturas en serie que son más baratas de hacer y en menos tiempo, como si fuesen igual que las antiguas, sin demostrar para nada mejores cualidades.
Aquí el hábito no hace al monje, es el monje el que ha escogido el habito por cuestiones prácticas. La vaquera es sobriedad y practicidad, y si prefiere lo antiguo es porque le funciona y muy bien.