El primer problema que veo es la embocadura que lleva el caballo. Esa embocadura es un engorro para trabajar caballos que no están puestos en pista... se ve claramente que el solo hecho de llevarlo ya le provoca tensión y la cara sube. Con embocaduras de estas, basta que la mano vaya una vez contra el movimiento natural del cuello del caballo para que él se resienta en la boca y no quiera más ningún contacto con esa mano porque le ha dolido. Ahí empieza a acortar el cuello y a buscar todas las salidas posibles para no encontrarse con la mano otra vez. Este caballo necesita, codos doblados, riendas más cortas, un filete, estribos por lo menos un punto más cortos, el peso sobre los estribos, un ritmo suave y constante dándole tiempo para que relaje ese dorso...círculos sí, pero siempre al mismo ritmo, alargando poco cuando se deje y un asiento ligero y firme para que el caballo se pueda concentrar sólo en su movimiento y equilibrio. no es fácil montar caballos que están así...Espero que lo logres. Piensa que a veces es buena idea entregar a nuestros caballos a alguien que nos los pueda montar durante unos meses y luego nos eche una mano para seguir con el trabajo...Cuando los caballos están así muchas veces hay que intercalar trote por el campo, subidas y bajadas, trabajo específico en pista durante unos meses para que la musculatura se acostumbre y se empiecen a ver resultados...