A mi potra hubieron que hacerle puntos hace unos días porque decidió auto-estrellarse contra el camión que trae el heno, y cuando hubo que quitárselos se puso como una posesa con el veterinario. Había que quitárselos porque su piel es muy sensible y no estaba tolerándolos muy bien, esperar a que reabsorbieran solos no era una buena opción. Tenemos un jardinero que es un armario empotrado humano y ni él pudo con ella, terminó reventado la cabezada y cuando por fin pudimos cogerla, nada, de manos todo el rato. Le lograron quitar dos puntos, pero en tensión absoluta y al final la potra estaba tan histérica que no se pudo hacer nada más.
Total, que le pregunté al veterinario si era algo que podía hacer yo con unas tijeras normales de punta redonda, y me dijo que sí, así que a ello me puse pensando en que a mí me conoce, en que yo podría dedicarle todo el tiempo que necesitaba y en mi experiencia con los "loquitos" que han pasado por mi vida, especialmente el que tengo desde hace 13 años.
Lo primero de todo era evitar que ella pudiese ponerse de manos y arrancarme la cuerda de las manos a antojo, así que me puse a la altura de su cruz mirándola de cara con la cuerda corta y con la misma mano con la que cogía la cuerda la apretaba con el codo para controlar esa parte del cuerpo y obligarla a girar al paso cada vez que trataba de escapar. Cuando ella paraba, yo me relajaba, cuando ella apretaba, yo tiraba de su cabeza hacia mí y la empujaba con el codo para alejarle la grupa. Así le quité dos puntos y luego la dejé. Primero, porque no tenía tiempo, y segundo, porque ya no se "había salido con la suya" y bastante ya era lo que había conseguido después de cómo se había puesto.
Al día siguiente descubrí por qué se había puesto como una posesa: le empezó a salir pus, estaba infectado y eso duele. Así que no me quedó otra que quitarle todos los puntos que quedaban a las 8 de la tarde cuando llegué a casa (mi idea era quitar alguno esa tarde y al día siguiente el resto) y valerme un foco de luz para ver algo, lo cual lo hacia más difícil porque encima de tener que quitarle los puntos de una herida infectada, tenía que hacerlo en un punto en concreto.
Volvió a resistirse bastante, pero los dos primeros puntos los pude quitar razonablemente bien, el problema era el que estaba en una zona que parecía especialmente infectada. Al final me tuve que poner un poco de malas y sujetarle el punto con los dedos mientras la hacía dar vueltas sobre sí misma buscando la sumisión. Lo cual evitaba porque sabía que dolía. Después de sujetarle el punto en una situación donde no le dejaba escapatoria porque tenía el cuerpo controlado, estiró el cuello y empezó a mascar (señal Monty Roberts de que este es el momento), así que con la cuerda colgando porque había estirado el cuello, finalmente le pude quitar el otro punto que quedaba.
Dos horas, pero bueno, al menos fue posible hacerlo sin ayuda.
Si a alguien le interesa cómo hacer pasar a un caballo por el aro en una situación en la que hay que poner solución YA, esa es la forma: colocarse al lado del caballo a la altura de la cruz y controlar su cuerpo/movimientos/reacciones como he dicho. Además permite premiar al caballo y soltar tensiones si el caballo responde correctamente.
El tema es que ahora está un poco cabreada conmigo y coopera menos que de costumbre hasta con las cosas más tontas. Yo sigo siendo bastante estricta en cuanto a que ella se tiene que dejar, y por mucho que haga el amago de ponerse de mano o irse (es solo el amago), vuelvo tranquilamente a ponerla en su sitio y no la dejo en paz hasta que se deje. Supongo que solo es cuestión de tiempo hasta que aprenda que no es el fin del mundo si algo no es agradable al 100%
Total, que le pregunté al veterinario si era algo que podía hacer yo con unas tijeras normales de punta redonda, y me dijo que sí, así que a ello me puse pensando en que a mí me conoce, en que yo podría dedicarle todo el tiempo que necesitaba y en mi experiencia con los "loquitos" que han pasado por mi vida, especialmente el que tengo desde hace 13 años.
Lo primero de todo era evitar que ella pudiese ponerse de manos y arrancarme la cuerda de las manos a antojo, así que me puse a la altura de su cruz mirándola de cara con la cuerda corta y con la misma mano con la que cogía la cuerda la apretaba con el codo para controlar esa parte del cuerpo y obligarla a girar al paso cada vez que trataba de escapar. Cuando ella paraba, yo me relajaba, cuando ella apretaba, yo tiraba de su cabeza hacia mí y la empujaba con el codo para alejarle la grupa. Así le quité dos puntos y luego la dejé. Primero, porque no tenía tiempo, y segundo, porque ya no se "había salido con la suya" y bastante ya era lo que había conseguido después de cómo se había puesto.
Al día siguiente descubrí por qué se había puesto como una posesa: le empezó a salir pus, estaba infectado y eso duele. Así que no me quedó otra que quitarle todos los puntos que quedaban a las 8 de la tarde cuando llegué a casa (mi idea era quitar alguno esa tarde y al día siguiente el resto) y valerme un foco de luz para ver algo, lo cual lo hacia más difícil porque encima de tener que quitarle los puntos de una herida infectada, tenía que hacerlo en un punto en concreto.
Volvió a resistirse bastante, pero los dos primeros puntos los pude quitar razonablemente bien, el problema era el que estaba en una zona que parecía especialmente infectada. Al final me tuve que poner un poco de malas y sujetarle el punto con los dedos mientras la hacía dar vueltas sobre sí misma buscando la sumisión. Lo cual evitaba porque sabía que dolía. Después de sujetarle el punto en una situación donde no le dejaba escapatoria porque tenía el cuerpo controlado, estiró el cuello y empezó a mascar (señal Monty Roberts de que este es el momento), así que con la cuerda colgando porque había estirado el cuello, finalmente le pude quitar el otro punto que quedaba.
Dos horas, pero bueno, al menos fue posible hacerlo sin ayuda.
Si a alguien le interesa cómo hacer pasar a un caballo por el aro en una situación en la que hay que poner solución YA, esa es la forma: colocarse al lado del caballo a la altura de la cruz y controlar su cuerpo/movimientos/reacciones como he dicho. Además permite premiar al caballo y soltar tensiones si el caballo responde correctamente.
El tema es que ahora está un poco cabreada conmigo y coopera menos que de costumbre hasta con las cosas más tontas. Yo sigo siendo bastante estricta en cuanto a que ella se tiene que dejar, y por mucho que haga el amago de ponerse de mano o irse (es solo el amago), vuelvo tranquilamente a ponerla en su sitio y no la dejo en paz hasta que se deje. Supongo que solo es cuestión de tiempo hasta que aprenda que no es el fin del mundo si algo no es agradable al 100%
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