A mí al principio de tener la yegua también me pareció atractiva la idea de jugar con ella. Perseguirla por la pista y tal... a la primera de cambio me dejó claritito como el agua que no era buena idea: vino corriendo hacia mí y a una distancia de un metro se me plantó de manos. Se me fueron las ganas de jugar como por ensalmo.
Con mi caballo ni lo he intentado. Cuando quiero que jueguen los suelto en la pista a los dos juntos y que se den mordisquitos y pataditas entre ellos si quieren.
Algo con lo que sí que disfrutan, y que te puede ayudar a mejorar tu relación con ellos, es el masaje. Ojo, masaje, no rascarles, que eso lo hacen entre ellos y puede que te den el mordisquito de rigor. Masajearles con la mano plana los músculos grandes del cuello, del dorso, de la grupa. Yo soy más de masajear para relajar músculos y tensiones, pero teno una amiga que le hace Reiki a mi yegua, le gusta tanto (a la yegua) que parece que la está esperando, la muy traidora. Se queda medio adormecida, con los ojos cerrados y la boca abierta, se estaría toda la mañana con ella
El masaje es genial, tu le das algo que al caballo le gusta, por lo cual le gusta más estar contigo,y tu al mismo tiempo vas experimentando con las reacciones del caballo respecto de lo que estes haciendo en ese momento: En poco tiempo aprendes lo que tolera, lo que le es indiferernte, lo que le pirra y por lo que se muere. Si son descarados hasta se atreven a pedirte claramente lo que más les gusta.