La mayoría de los mitos sobre la castración son precisamente eso, mitos. Actualmente hay demasiados caballos enteros, con los problemas que eso conlleva (aunque cuando buscas un semental luego no lo encuentras ni a la de tres, claro, la dichosa ley de Murphy).
Yo tengo dos castrados, de 3 y de 5 años, y ninguno ha perdido cuello, ni le ha variado el pelo, ni la chispa, ni nada de nada. Es más, uno de ellos creo que es lo que se conoce como falso castrado, es un castrado con comportamiento de entero, y es un jodío grandísimo hijo de su madre. El otro era tontorrón desde que le tengo, con 8 meses, y realmente no le castré por mal comportamiento (con 2 años), sino porque no quería que estuviera entero por las yeguas de cría.
Normalmente cuando se castra un potro joven (se puede hacer una vez ya han descendido los dos testículos), el caballo crecerá algo más, será algo más alto y ancho, porque baja la influencia de la testosterona, que es realmente la que impide un desarrollo mayor al desviar la energía hacia los comportamientos reproductivos. Al castrar un caballo adulto, físicamente no tiene por qué afectarle, porque su desarrollo está completo. Pueden perder algo de musculatura o engordar mientras están en el reposo correspondiente, pero no ocurre así siempre.