Re: Alimentación equina
. Ojalá tuviera yo al lado de casa un parcela de x metros cuadrados para que estuviera comiendo verde todo el santo dia, como han hecho los caballos durante miles de años, pero excepto en contadas zonas en nuestra geografia, eso no es posible.
Saludos.
…bueno no tengo mucho ánimo ni tiempo para abrir un tema nuevo, pero ya que lo nombré explico lo justo lo que quise decir sobre la frase :
“
(1)Comiendo verde todo el santo día (2) como han hecho los caballos durante miles de años”
Empiezo por el principio mejor…..lo de
(2) “miles de años”.
….a ver… …. el caballo –como grupo zoológico, no como especie - surge hace unos 55 millones años,….voy a saltarme 55 millones de años resumiendo:
Cuando surge el primer protocaballo –Eohippus- el clima era tropical/subtropical y los primeros “caballos” eran especies forestales, de pequeño tamaño, que se alimentaban preferentemete a base de fruta y hojas tiernas.
Que si Eoceno, Oligoceno, Mioceno etc bla, bla, bla resumiendo:…. el clima comienza a enfriarse drásticamente desde el Oligoceno: las selvas se retraen, aparecen los bosques templados . Hace 33 millones de años surgen ya grandes territorios sin cubierta arbórea que son colonizados por extensas praderas de hierba, gramíneas, principalmente.
Hace 18-10 millones de años el “caballo” se adapta a alimentarse a casi en exclusiva de hierba.
Pero el clima continúa enfriándose y haciéndose cada vez más árido y extremo: los bosques templados se retraen y las praderas se convierten en estepas frías semidesérticas y tundra. La alimentación y dentición del caballo ser adapta a aprovechar pastos cada vez más duros, fibrosos, abrasivos, y limitados en el tiempo y en el espacio, por lo que se adaptan anatómicamente a grandes desplazamientos en su búsqueda por las amplias llanuras y estepas.
En este escenario, hace unos 4-5 millones de años –se me dan mal las cifras- surge el género
Equus.
Gran parte de los rasgos anatómicos del caballo –visión, estructura craneal, elongación de extremidades, reducción de dígitos, gran capacidad para la velocidad en línea recta y llano, torpeza en zonas montañosas, escarpadas, forestales etc- es fácilmente comprensible dentro de este entorno en el que evoluciona.
Pero también lo son las adaptaciones de su aparato digestivo ya que se ve obligado a alimentarse de hierbas duras, abrasivas y pobres en nutrientes. La evolución de la dentición del “caballo” refleja claramente este hecho –incremento altura de coronas, hipsodontia etc-.
Por su parte en el aparato digestivo surge la especialización del ciego,-primera parte del intestino grueso donde tiene gran lugar gran parte de la fermentación bacteriana, permitiendo un mayor aprovechamiento de la materia vegetal-.
Aunque la evolución y especialización del ciego permite una gran ventaja adaptativa para este tipo de alimentación basada en hierba , esta fermentación posterior que realiza su aparato digestivo es menos eficiente que la fermentación anterior del estómago compartimentado los rumiantes.
El ciego de los équidos les permite, términos generales por supuesto, alimentarse de pastos más fibrosos que a los rumiantes, pero para lograr una eficiencia mayor a cambio deben pastar durante un mayor número de horas, como de hecho hacen, y no estar limitados en la cantidad de pasto disponible. Una de las ventajas del tipo de digestión de los équidos, frente al rumen anterior de rumiantes, es el menor tiempo que necesitan para realizar la digestión completa del alimento, por lo que pueden ingerir mayores cantidades de pasto a lo largo del día que aún siendo más fibrosos y pobres energéticamente, acaban igualando o sobrepasando la eficiencia de los rumiantes que por su parte tienden a especializarse en seleccionar hierbas de mayor contenido nutritivo.
-Sigo resumiendo…..Así, ya con forma de “caballo” – radiación desde el grupo
Equus simplicidens-, llegamos al Pleistoceno, la llamada Edad del Hielo donde estas severas condiciones climáticas se recrudecen en sucesivas glaciaciones, hasta la última, finalizada hace 10.000 años.
El caballo –junto con el reno, el bisonte americano o el buey azmiclero- es de las pocas especies que sobrevive a la masiva extinción de megafauna del final del Pleistoceno –mamuts, uros, dientes de sable, mastodontes, rinocerontes lanudos etc-. Aunque el género
Equus se extingue de Norteamérica hace 10.000- 8.000 años, sobrevive en Eurasia, donde nuestro
Equus caballus acabará extinguiéndose también, salvo en estado doméstico.
Y ya hemos llegado al Holoceno –actualidad-, con nuestro
Equus caballus. Los primeros eventos de domesticación se sitúan en las estepas semiáridas de Kazajistán, hace 6.000 años con climas muy fríos y secos. El caballo doméstico desciende en un principio de poblaciones de esa zona, y así está demostrado molecularmente –no está tan claro cuántos eventos de domesticación ocurrieron-, aunque posteriormente se cruzará con caballos existentes en otras zonas.
Resumiendo: los caballos actuales, (
Equus ferus caballus) no son probablemente una especie que haya evolutivamente surgido para aprovechar los suculentos pastos verdes frescos casi perennemente, de valles, zonas forestales aclaradas y montañas con los que solemos asociarla visualmente pastando bucólicamente.
Posiblemente su existencia fue bastante más dura en una buena parte de su rango geográfico y evolutivo. Este tipo de pastos sería quizás posiblemente ocupado en parte por otros herbívoros de mayor agilidad o con otros con sistemas digestivos adaptados a pastos más tiernos y ricos energéticamente.
Su baza evolutiva, y la que quizás - o en parte- le ha permitido llegar hasta nosotros, fue por el contrario ser capaz de soportar climas extremos con primaveras breves, recorrer grandes distancias en busca de pastos pobres durante gran parte del año, y poseer una dentición y aparato digestivo capaz de aprovechar este tipo de pastos.
Poseer una agilidad y velocidad para escapar de depredadores –incluyendo al hombre- dentro de sus extensos hábitats llanos y despejados.
Y por supuesto una gran plasticidad adaptativa que le ha permitido ser domesticado y utilizado por el hombre en todo el planeta.
En la actualidad,- y aunque personalmente estoy en contra de utilizar esas comparaciones como referencia del “ideal” del caballo en estado salvaje, como se está viniendo haciendo en el “movimiento natural”-, los principales grupos de caballos semisalvajes, -“ferales”-, en grandes extensiones existen en zonas áridas de vegetación escasa y breve en el tiempo tanto frías –Mongolia etc- como cálidas –mustangs, brumbies-. El caso más extremo es sin duda las manadas de caballos que han conseguido sobrevivir durante casi 100 años en desierto de Namibia, donde, sorprendentemente, logran reproducirse cada año. Si habéis visto imágenes son impresionantes.
(Los ponies de montaña suponen otro tipo de adaptación específica a otros climas y altitudes que podían ser tan duros o más que los esteparios o semidesérticos del caballo, por si alguien anda pensando en los puestos de moda pottokas, o en asturcones, Shetlands etc, pero en cualquier caso son adaptaciones relativamente recientes. También parecen tener una respuesta distinta al ser alimentados en pastos ricos energéticamente, aunque ese es otro tema.)
Resumiendo, no, los caballos actuales no evolucionaron posiblemente en un hábitat en el que pudieran
(1)“comer verde todo el santo día”
Pero a esto se le une a que el
“verde” al que estaban adaptados a comer tiene que ver posiblemente poco con nuestros pastos enriquecidos para ganadería, ni con la diversidad y amplitud de tipos de vegetación de muchas zonas geográficas a las que hemos llevado al caballo doméstico.
Además hemos eliminado prácticamente toda la competencia interespecífica por pastos que existiría en estado salvaje, que provocaba una especialización en distintos tipos de pastos o partes vegetales entre distintas especies herbívoras con las que evolucionaron.
Las cantidades y composición de los hidratos de carbono (azúcares, almidón y fructanos) de parte de nuestros pastos, así como su perduración y disponibilidad en el tiempo, es posiblemente distinta a la que están adaptados evolutivamente. O al menos esta es una de las hipótesis que puede explicar la existencia de la afección de mayor riesgo que corren nuestros caballos alimentados en pastos frescos.
La cantidad de hidratos de carbono que eran capaces de asimilar de forma natural tienen poco que ver con nuestros aportes diarios y puntuales de grano o pienso en los que basamos su dieta, propiciando cólicos e infosuras.
A esto se le une que la mayor parte de la alimentación equina estaba enfocada en un principio a caballos de guerra, de transporte, de trabajo o posteriormente de deporte, siendo muy rica energéticamente, pero se contrarrestaba parte de sus efectos negativos con el ejercicio casi constante que realizaban esos caballos. En la actualidad la mayoría de nosotros –incluso los que competís de vez en cuando o montáis dos o tres veces a la semana- tenemos a nuestros caballos con fines “recreativos”, gran parte del tiempo estabulados o con una movilidad muy reducida, pero toda su alimentación sigue basada en patrones para caballos energéticamente activos. O en manejos más propios de ganadería de engorde para aprovechamiento cárnico y lechero de ganado.
La obesidad –sí, nuestros caballos están obesos, como lo están nuestros perros o nuestros gatos, y lo que es peor, lo están todo el año, y no están adaptados a estarlo constantemente, sino siguiendo el curso de las estaciones- ha provocado o agravado problemas como la resistencia a la insulina, síndrome metabólico equino, o propiciado el desarrollo de infosuras, entre otros.
Por supuesto el estrés al que son sometidos en sus condiciones de vida, el ejercicio puntual intensivo excesivo, la estabulación, el aislamiento social, o los horarios y patrones de alimentación que hemos acabado estableciendo como pauta habitual etc , juegan un papel importante en la suma de factores que acaban desencadenando problemas derivados de la alimentación más o menos graves.
Pero no me desvío del tema
“verde” que era el interesante…. A lo que iba con esta parrafada:
¿ qué es el “verde”?
¿ qué tipo de hierbas lo componen? ¿cuál es su composición? ¿qué son los fructanos? ¿es alimentarse en prados verdes “todo el santo día” tan saludable como creemos? ¿ qué riesgos tiene? ¿ hay algún tipo de caballos más propenso a estos riesgos? ¿ por qué? ¿ qué tipo de hierbas pueden ser más dañinas? ¿cuándo son mayores los riesgos? ¿por qué? ¿ podemos minimizarlos? ¿cómo?
Hala, ¡ os toca a vosotros !
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