Buenos días, soy nuevo aquí, aunque muchas veces he recurrido a este magnífico foro para ver dudas del mundo del caballo, y doy gracias de antemano a quien pueda ayudarme.
Hoy quiero plantear una pregunta, hace poco adquirí un cuarto de milla (el que está en la foto con el césped) y estoy muy contento con el, remete bien los posteriores en el trabajo, es muy muy noble, etc. Pero, quisiera conseguir que, aunque sea en ciertas circunstancias sea capaz de colocarse tal cómo está el cuarto de milla de la foto con la becerra, aunque se que esta posición es un tanto antinatural en esta raza, pero a la vista está que no es imposible, sólo querría poder tomar contacto con su boca así cuando salga a algún evento como romerías, etc, para poder tener contacto con el por si la situación lo requiere, el resto del tiempo en campo o pista lo dejaría con sus riendas flojitas y la cara baja, como a el le gusta (no pretendo transformar el caballo en uno de doma clásica, sólo poder tomar contacto con las riendas).
Adjunto que estoy acostumbrado a trabajar con caballos españoles, lusitanos, Hispano-árabes, caballos ibéricos en definitiva y el caballo americano me es desconocido, puesto que para las razas anteriormente mencionadas no tengo problemas para tomar contacto con la boca. Pero cuando lo intento con el cuarto de milla, ya sea montado o a la cuerda con unas riendas de atar elasticas me protesta aunque vaya impulsado.
Hoy quiero plantear una pregunta, hace poco adquirí un cuarto de milla (el que está en la foto con el césped) y estoy muy contento con el, remete bien los posteriores en el trabajo, es muy muy noble, etc. Pero, quisiera conseguir que, aunque sea en ciertas circunstancias sea capaz de colocarse tal cómo está el cuarto de milla de la foto con la becerra, aunque se que esta posición es un tanto antinatural en esta raza, pero a la vista está que no es imposible, sólo querría poder tomar contacto con su boca así cuando salga a algún evento como romerías, etc, para poder tener contacto con el por si la situación lo requiere, el resto del tiempo en campo o pista lo dejaría con sus riendas flojitas y la cara baja, como a el le gusta (no pretendo transformar el caballo en uno de doma clásica, sólo poder tomar contacto con las riendas).
Adjunto que estoy acostumbrado a trabajar con caballos españoles, lusitanos, Hispano-árabes, caballos ibéricos en definitiva y el caballo americano me es desconocido, puesto que para las razas anteriormente mencionadas no tengo problemas para tomar contacto con la boca. Pero cuando lo intento con el cuarto de milla, ya sea montado o a la cuerda con unas riendas de atar elasticas me protesta aunque vaya impulsado.
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