Con el dia que tuvimos hoy aqui en asturias, de buena temperatura y sin llover hasta el oscurecer y contando que es domingo (igual a ruta de caballo si o si) seguro que vendra con un buen relato jeje.
Jaja, pues la verdad es que estuvo el día para ello. Pero hoy todo el tiempo que pude dedicar, fué para preparar cierres, limpiar en la finca, etc. Cuando claudiqué hace unos años, todo esto quedó abandonado, un señor metía unas vacas de vez en cuando, pero limpiar nada de nada, total que ahora me toca devolver todo eso a la vida, además traje el caballo así un poco "de repente" hace 4 meses y las panzadas que me estoy dando a trabajar, no lo sabe nadie. Alambres enterrados y entre maleza, un abrevadero que tenía y, todo lo que había preparado, muy humilde, pero lo tenía bastante decente y ahora lo tengo todo patas arriba, el agua descontrolada, barrizal, vamos un desastre que tengo que ir arreglando poco a poco...
Así que cuento la del sábado, que, en tiempo, tampoco fué mucho por lo mismo, estuve dandole toda la mañana a la desbrozadora con llovizna (orbayando, como decimos aquí), y luego a las dos, avisé de que no iba a comer y empecé a prapara el caballo, que con los barrizales que hay estaba como un javalí y me llevó más de una hora ponerlo en condiciones para salir.
Sobre la una o así había venido un conocido hasta aquí y me dijo que me había visto el otro día (yo no lo vi a él, pero seguro que fue en el "mejor momento") y que el caballo se estaba riendo de mí, porque no paraba y que iba a hacer daño a alguien, y me empezó a dar unas directrices a seguir, en plan: "si fuera yo!", de lo que necesitaba el caballo para quitarle la tontería, que ya os podeis imaginar, con la escusa de "si no este caballo te mata!!".
Vamos..., que ya me estaba calentando la cabeza...
Pero tenía la mente muy fresca y mucha confianza en el caballo (demasiada, como siempre), entonces pensé como caballo y no me convenció de que me estaba bacilando porque venía de vuelta y era un esto y lo otro. Tenía las ideas muy claras.
Le dije: "mira, ven p´ acá". El bicho estaba dentro de la cuadra, la verdad es que se puso un poco nervioso nada más verlo aparacer, pero no me falló. Entramos y le mandé dar las patas, tambien que las mantuviera arriba él solo. Despues le bajé la cabeza hasta el suelo, le acaricié las orejas y los parpados. Luego me quité la cazadora que llevaba puesta y se la puse al caballo en la cabeza, lo dejé ahí un rato, lo llamé, dió dos pasos a ciegas hacia mi y se la quité. Despues le dije: "mira, lo que necesita mi caballo, lo se yo".
Despues le echó una palada de hierba en el comedero, sin nadie mandárselo y el bicho iba a comer y le dió al bajar la pala, un poco, un roce, en el hocico, claramente sin querer, porque fué el caballo el que metió el morro... Pero ya le metió dos bufidos y se puso muy tenso, si le da por acometerlo con la pala un poco hacia el rincón, le hace salir por donde el humo. Entonces del dije yo: "este caballo, es muy obediente, noble y respetuoso, pero hay que ganarse su respeto con justicia. Y obedece porque quiere obedecer, no por presión ni de palos, ni de boca. Porque narices, tiene más que tú, yo, y otros diez juntos. Y a la tremenda y a mala sangre no hay quien haga carrera de él, pensó que le atizaste con la pala por las buenas, y esos jueguecitos no le van". Y él me dijo: "bueno, bueno... yo solo te digo que este caballo un día te zampa... si no ya lo verás".
Bueno, a lo que vamos , que me lío, como siempre.
Lo bañé y demás, y como siempre una maravilla de caballo, yo siempre me muevo por su lado con movimientos dinámicos y seguros, no bruscos, pero tampoco lentos. Muy activo, siempre tocandolo, explicandoselo todo y muy seguro de lo que hago. Él lo nota y ni se mueve, ni se le ocurre sacar una mano para pisarme ni cosas de ese tipo.
Si que os tengo que confesar, que si un día se le ocurre sacar la mano hacia de mi pié (que no lo va a hacer), va a recibir un puñetazo en la barriga de forma instantanea. No es por que yo quiera, es un resorte que tengo y eso no se me va a quitar nunca, porque salta y punto. Además funciona. Pero uno (con ganas). No ando alzando el palo, ni amenazando, ni corriendo detrás de él alrededor de un poste dando voces. Es "pas" golpe seco, un muelle, ni se asustan, es casi antes de que ponga la pata (por supuesto la quitan de inmediato), yo creo que piensan que fué un trallazo de corriente por poner la pata ahí, porque no deben ver ni el puño. Cuando se quiere dar cuenta yo ya estoy a otra cosa.
Con este caballo no hace falta ese tipo de cosas porque suele ser al contrario, la gente le faltamos al respeto a él (normalmente sin querer), pero le faltamos al fin y al cabo, y entonces le salta el resorte. Pero por su parte nunca empieza el desafío.
Es un caballo de película, pero según como se le trate, cambia el género, puede ser de comedia romántica o de terror.
Bueno, al grano. Esta vez salía con el pellham partido, es un poco más fino de lo que yo quería, pero fuí a decathlon a por champú y lo vi, y como me cuesta un poco encontrar la medida del hierro (14,5), pues lo compré.
Tenía intención de, por primera vez, compartir el mando de la salida con el caballo, nunca lo había hecho antes. Yo iba a decidir el aire y la dirección, con las piernas y la voz, y el la intensidad. Ya que salí decidido a no tocar las riendas, y eso que llevaba 4, pero a no usar ninguna.
Buffff.... tenía un testamento escrito y perdí la información, así que paso a la versión reducida.
Hacía mucho, mucho, que no montaba con 4 riendas, así que agradezco que mi compañero me diera, como siempre, todo el tiempo del mundo para recomponerme. Al poco ya iba de perlas.
Salió un poco invertido, con el morro un poco alto y con la sensación de que estaba suelto. Le fuí recordando que estaba encima y , bueno, fué poco a poco buscando un poco de contacto y corrigiendo, en 200m. ya iba mejor.
No tenía reparo en alejarse de casa, iba a gusto.
Luego empezamos las transiciones y, la verdad que sin tocar las riendas, solo con la voz y el asiento, las hace a la misma velocidad que sujentando de bocado.
Solo le cuesta un poco más la de parar del todo.
El trote muy rápido, pero aunque no lo sujetaba, no salía a galope, solo dos trancos y suave como una pluma.
En contra de mi intención me decidí a galopar y al ir sin sujetar, salió con mucha delicadeza, porque no lo soltaba en ese momento, si no que ya iba suelto. Y mantenía casi la misma velocidad que ibamos al trote (que no es poca, precisamente).
Con perros, peligros, etc. Siempre va bien, pero me dió mejor sensación porque siempre iba p´lante, p´lante, y reparaba menos, y no piruteaba nunca.
Al paso, el busca el contacto y si le doy rienda, baja hasta el suelo, busca, pero hay que tener mucha sensibilidad, para en cuanto lo encuentra, es muy sensible.
No se quda detrás de la mano al salir al trote, como hacia antes, que tenía que recoger 25 cm. de rienda. Poco a poco se redujo y al final, casi nada.
No gira la cara al hacer serpentinas, lleva el cuello como la máquina del tren y el cuerpo como los vagones, serpentea con más facilidad.
La sensación de ir prácticamanente sin riendas, muy bien, un poco rara, como conducir en nieve. Es un poco como ir pidiendole las cosas, y no plantearse si le da por no hacerlo, bueno, yo la verdad que confío mucho en él y si decide ir al algún sitio seguro que me lleva con él y me deja ayudarle a ir por el mejor sitio..jajaja
La verdad es que lo pasamos como los indios, no vi el paisaje, pero disfruté de llevar mucha potencia debajo del trasero, que tambien me gusta.
Iba obediente y dimos varios rodeos para alargar un poco más el momento de conexión. Yo creo que lo pasó muy bien, se sintió más libre y a gusto.
Se me apetece salir la proxima vez solo con la cabezada de cuadra, pero tampoco quiero cantar victoria, no vaya a ser que vea alguna movida y acabemos en Valladolid, jajaja.
En conclusión, yo creo que lo suyo sería cambiar el título del hilo y llamarlo " Exceso de Sujección"
Y es que, claro está que el caballo no está para ir a trote cortito, por mucho que me guste a mi. Yo quería el caballo "del señor cura", con aires cortitos y comodo... Y este no es así (de momento), salimos una hora y media, y la mayoría al paso, y andaríamos unos 15 o 20 km. con eso ya os lo digo todo.
Eso sí, él llevaba una cara de felicidad, la misma que cuando anda suelto por el prado, yo le miraba y es que se le nota en los ojos y en el semblante que va feliz, un poco nervioso por la sensación de libertad, pero no nervios chungos, nervios como los niños el día de reyes, como de emoción..
Lo que es exagerado es lo que anda, coge un trote extendiendo las manos, de estos que estas en el aire un rato, y zapa, zapa, zapa, que coges carretera alante y , vamos yo no se el momento en que se llegaría a cansar o meditar sobre el asunto, pero si sigue a ese ritmo, en una semana llegamos al Rocio. jajajaja