En uno de los controles periódicos que hacemos a Silver,detectamos que se habia producido una infección,a pesar de los cuidados.El pus,utilizando las laminillas corneas como si de un ascensor se tratase,ha subido por el casco y ha reventado en la corona.El veterinario prescribió el oportuno tratamiento antibiótico.
Transcurridos diez dias,el casco presenta el siguiente aspecto.
La infección ha sido resuelta y la zona se presenta bastante limpia.La flecha roja señala una zona del casco en que el tejido aparece sobresaliente.Se trata de tejido de granulación encargado de cicatrizar la herida.Con esta excepción,el resto del casco dañado aparece cornificado y recubierto de una capa de tejido córneo.La flecha verde señala el lugar del rodete coronario por donde ha brotado el pus.
Ha llegado el momento de colocar una herradura en el casco.Durante este tiempo,el casco ha ido creciendo hacia abajo,lo que aproxima peligrosamente el talón al suelo.Si el talón llegase al suelo y soportase peso,es muy probable que el casco naciente se partiera en dos,formando un peligroso cuarto.
Hemos forjado una herradura de barra a partir de una herradura comercial.Esta herradura estabiliza al casco e impide que los talones o alguna otra parte del mismo se mueva independientemente una de otra.Hemos puesto dos claveras suplementarias en la lumbre,debido a la imposibilidad de clavar en la mitad interna del casco.
Para sujetar la herradura en la mitad interna,hemos soldado una pletina de 8 cm de largo,que haciendo puente sobre la zona afectada,se sujeta con tornillos tirafondos a la tapa sana que está por encima de la misma,
El lugar de elección de la pletina,no ha sido al azar.Uno de los problemas mas frecuentes en la cicatrizacion de las heridas en caballos,es la tendencia a producir un tejido de granulación exuberante,tambien llamado bezo o “carne viciosa”.Para tratar de contener esta proliferación,se ideó colocar pletina justo encima de la herida.Así,además de sujetar le herradura a la tapa,permitia sujetar con cierta presión unas gasas encima del tejido exuberante,a modo de un vendaje compresivo.
En la siguiente foto vemos como han sido colocados los tornillos y las gasas compresivas.A esta altura del casco,se puede insertar un tornillo tirafondo de doce milímetros de largo sin riesgo de herir el tejido vivo interior del pie.El casco fue vendado de nuevo y se le recomendaron curas locales con Betadine.
Tras el herrado con la herradura de barra,el caballo mejoró espectacularmente su andadura,de modo tal que sobre una superficie asfaltada,apenas cojeaba.
Transcurridos diez dias,el casco presenta el siguiente aspecto.
La infección ha sido resuelta y la zona se presenta bastante limpia.La flecha roja señala una zona del casco en que el tejido aparece sobresaliente.Se trata de tejido de granulación encargado de cicatrizar la herida.Con esta excepción,el resto del casco dañado aparece cornificado y recubierto de una capa de tejido córneo.La flecha verde señala el lugar del rodete coronario por donde ha brotado el pus.
Ha llegado el momento de colocar una herradura en el casco.Durante este tiempo,el casco ha ido creciendo hacia abajo,lo que aproxima peligrosamente el talón al suelo.Si el talón llegase al suelo y soportase peso,es muy probable que el casco naciente se partiera en dos,formando un peligroso cuarto.
Hemos forjado una herradura de barra a partir de una herradura comercial.Esta herradura estabiliza al casco e impide que los talones o alguna otra parte del mismo se mueva independientemente una de otra.Hemos puesto dos claveras suplementarias en la lumbre,debido a la imposibilidad de clavar en la mitad interna del casco.
Para sujetar la herradura en la mitad interna,hemos soldado una pletina de 8 cm de largo,que haciendo puente sobre la zona afectada,se sujeta con tornillos tirafondos a la tapa sana que está por encima de la misma,
El lugar de elección de la pletina,no ha sido al azar.Uno de los problemas mas frecuentes en la cicatrizacion de las heridas en caballos,es la tendencia a producir un tejido de granulación exuberante,tambien llamado bezo o “carne viciosa”.Para tratar de contener esta proliferación,se ideó colocar pletina justo encima de la herida.Así,además de sujetar le herradura a la tapa,permitia sujetar con cierta presión unas gasas encima del tejido exuberante,a modo de un vendaje compresivo.
En la siguiente foto vemos como han sido colocados los tornillos y las gasas compresivas.A esta altura del casco,se puede insertar un tornillo tirafondo de doce milímetros de largo sin riesgo de herir el tejido vivo interior del pie.El casco fue vendado de nuevo y se le recomendaron curas locales con Betadine.
Tras el herrado con la herradura de barra,el caballo mejoró espectacularmente su andadura,de modo tal que sobre una superficie asfaltada,apenas cojeaba.