Ambas acciones: encapotarse o levantar demasiado la cabeza, no son sino diferentes formas de defensa frente a múltiples demandas por parte del jinete. Es importante detectar frente de qué se defiende el caballo. Existen muchas razones: boca muy sensible, problema dental, brusquedad, abuso de espuelas, brusquedad en las ayudas, malestar,..o, simplemente, pocas ganas de trabajar. Una vez determinada la causa, es preciso corregir, con el fin de que el caballo asuma el entrenamiento sin defensas, colaborando. En el caso de que se trate de una defensa por mera "gandulería" (muy frecuente), es imprescindible hacerle ver que hay que trabajar, no cediendo núnca ante sus intentos, y animándole a avanzar (al aire que se esté entrenando), sin forcejear con él.
Cuando el caballo protesta levantando la cabeza o encapotándose, lo más práctico y eficaz es dulcificar la tensión en las manos y dejarle trotar, impulsándole con las piernas, para que avance y, poco a poco, vaya redondeándose y centrándose en el trabajo.
Un saludo.