Bueno, después de haber leído el hilo entero, poco más se puede agregar pero si no te digo lo que pienso, exploto, porque aunque no sea mi caso sí me siento identificada: si tu sueño es montar, monta.
Entiendo perfectamente los reparos que pone tu familia, con mucha razón, porque tú cumplas con tu gran deseo pero tú debes de ser la persona que viva tu vida y la que decida cómo hacerlo. Y si lo que quieres es sumergirte en el mundo de la equitación, por mucho que les duela, deben aceptarlo y, si por hacerlo acabaras algún día teniendo una mala caída, pues será a consta de hacer algo que amas. Por esa regla de tres, ninguno saldríamos ya de nuestras casas o dejaríamos de tener hijos pues cada día son mayores los riesgos que corren...
Mira, un ejemplo ridículo pero real. En mi familia paterna son muy cuadriculados y algunos de mis familiares de más edad tienen una forma de pensar un tanto particular y antigüa. Cuando yo era pequeña, decidí que quería compartir mi vida con un hombre negro y un día se me ocurrió preguntarle a mi padre lo siguiente: ¿si me caso con un negro, qué pasará? Y él me contestó: hija, si te casas con un negro, ¿quién va a dormir con él? Pues ya está, si te quieres casar con un negro pues te casas y sino, pues no, pero será tu decisión y los demás pueden decir misa.
Te puedo prometer que, a partir de esa conversación infantil y absurda, muchas de las decisiones que he tomado en mi vida a sabiendas de que no iban a ser aceptadas por mi familia, las he llevado adelante recordando esas palabras. Y, hasta el momento, nadie se ha muerto por tener que verme avanzar en la vida a pesar de estar haciéndolo por caminos que quizá no sean los que hubieran deseado para mi. Si realmente es lo que tú deseas, tanto el montar a caballo como cualquier otra cosa, si estás convencida de ello, adelante. Si te equivocas, pues te equivocas tú y lo asumes, aprendes y sigues hacia delante, y si aciertas, pues enhorabuena y a vivir, pero jamás, jamás, jamás dejes de cumplir tus sueños porque otras personas se pongan por delante. Arrepiéntete siempre de haberlo hecho pero nunca te permitas llegar al "¿y por qué no lo hice cuando pude?" El tiempo va hacia delante, nunca hacia atrás, con lo cual, la edad es el único obstáculo insalvable.
Yo te prometo que ellos acabarán aceptando tu voluntad. Probablemente al principio les va a costar e incluso podrán pasarlo mal pero si te ven feliz, si ven que no pasa nada y si tú, además de hacer lo que quieres les muestras que todo va bien y les aportas algo de seguridad y confianza, te PROMETO que dejarás de tener este problema. Y si te lo prometo es porque sé que es cierto.
Mucha suerte, y ya nos contarás