He visto videos suyos, pero este hombre primero los doma con embocadura y luego se la quita... que dome el caballo sin nada a ver que tal se le da...
Y perdona pero el passage y el piaffe del video deja mucho que desear... Este hombre mas bien hace doma de circo, pone alta escuela y donde estan las posadas, cabriolas...
He visto videos suyos, pero este hombre primero los doma con embocadura y luego se la quita... que dome el caballo sin nada a ver que tal se le da...
Y perdona pero el passage y el piaffe del video deja mucho que desear... Este hombre mas bien hace doma de circo, pone alta escuela y donde estan las posadas, cabriolas...
…..A ver que a mí me tiene prohibido el médico , con razón, meterme en estas historias de embocadura sí/embocadura no; doma natural sí/doma natural no; acoso sí/acoso no; caza sí/caza no etc...je,je.
Aparte de que con la edad he ido desarrollando una cierta tendencia a evitar los caminos que de antemano sé que no llevan a ninguna parte.
Pero ya que he desobedecido para apuntar aquí un dato….pues me veo en la curiosa situación de tener -quién me lo iba a decir- que defender a los Nevzorov, que nunca fueron santos de mi devoción.
Uff….qué pereza meterme en estos temas….quién me mandaría….
A ver, Andreavic, lo primero, mi intención al era señalarte a “estos tipos” respondiendo a tu petición “Alta Escuela sin riendas”, con lo más semejante que creo existe, y como ejemplo -al hilo de esas teóricas limitaciones cuando se trabaja desde la nariz frente a la boca etc- de que posiblemente exista una cierta cantidad, complejidad y sutilidad de órdenes que se le pueden dar a un caballo sin embocadura.
A ver, te respondo a lo demás , pero después vas a permitir que me retire voluntariamente del tema y no siga un infinito de réplicas y contrarréplicas, vale?
Te veo muy familiarizado con los Nevzorov, de llamarles “estos tipos” a afirmar claramente que esos caballos han sido domados con embocaduras y luego se les ha quitado.
Eres afortunado porque el trabajo de “estos tipos” hasta hace muy poco era más bien hermético y poco dado a prodigarse en los medios habituales y de las formas habituales. Es muy difícil encontrar información tanto sobre ellos, como sus métodos de doma más allá de lo que ellos mismos seleccionan y publican en su web. Típicamente ruso.
Yo llevo mucho tiempo desconectado de estos temas, así que supongo que no me he enterado que por fin se ha descubierto que es un farsante y que él mismo utiliza embocaduras, como tú me informas. Vaya……
Agradecería mucho me dijeses exactamente la fuente en la que te basas para esa rotunda afirmación que haces, por favor, para mí es importante, ya que soy uno de los “embaucados” –con reservas- por “estos tipos”. Y no estaba enterado de esta información nueva a la que has tenido acceso.
No sé si sabrás que Alexander Nezvoroz –aparte de tener una biografía digna de una película, en lo que menos mérito tiene es que domine el latín- es un experto en la evolución histórica de las embocaduras y que lleva media vida dedicado a una cruzada contra el mundo: por el uso de embocaduras ni bocados de ningún tipo
Es decir, si como dices, se ha descubierto que ellos mismos utilizan embocaduras para la doma queda echada por tierra toda la labor de un individuo, que aunque más que censurable en sus formas, ha dejado boquiabierto a medio mundo ecuestre. Me incluyo.
Supongo que no se trata de un “lo leí en un foro” “ me lo dijo mi profesor que conocía a no sé quién” o algo así, ¿verdad?. Supongo serás consciente de en internet se suelen hacer muchas afirmaciones como mera opinión, sin tener una fuente contrastada y fidedigna, ni tener cierta cautela. Eso es algo a evitar, pero todos lo hacemos, yo el primero. El problema no es ese, es que vertemos “opiniones” que pueden ser interpretadas por otros como “certezas”…….. perpetuándose así hasta el infinito algo que nunca fue cierto o no estaba contrastado
Cuantas menos opiniones gratuitas, hacia personas al menos, expresemos en un foro, aún estando en nuestro completo derecho de hacerlo, mayor será la calidad y veracidad de los datos que otros puedan encontrar en él. Y redundará en beneficio de todos.
Aunque ya te digo que hace años que no me intereso por esos temas, para mí sería importante saber la fuente de tu afirmación, ya que mantengo hacia ese matrimonio un sentimiento que va de la aversión a la admiración, y sin duda si tú sabes que son sólo unos impostores sin principios que han conseguido engañar a medio mundo, y a mí incluido, agradecería me lo dijeses para poder inclinar la balanza hacia la aversión.
No creo que hubiese más problema si ellos reconociesen que comienzan la doma usando embocaduras y luego las van sustituyendo por órdenes más sutiles a partir de un lazo al cuello. Mi admiración sería la misma. No les resta un ápice de mérito a su trabajo. Pero justamente ellos mismos tratan a toda la doma mundial casi sin excepción como “maltrato” por usar embocaduras. Por lo cual sería imperdonable que ellos mismos las usaran.
Ellos jamás han reconocido utilizar embocaduras de ningún tipo, ni bridas, ni espuelas, sigue apareciendo en su web actualizada:
" It is necessary to point out that during the process of training Nevzorov never and in no case uses bridles, mediakanas, cavensons and halters, only cordeo -a thin strip that lies free on horse's neck".
He de reconocer que el tal Alexander me provoca reacciones encontradas y esa cierta inquietud o hasta repulsión que provocan ciertos personajes excepcionales, que suelen, en su excepcionalidad, creerse en poder de la verdad absoluta, con mensajes proféticos o mesiánicos y con derecho por tanto a arremeter contra todo. Una mezcla extraña parecida a lo que pueden provocar personajes como Julien Assange, para que me entiendas, o, en menor grado, su abogado defensor.
Ahora, soy el primero en reconocer que si ese creerse más allá del bien y del mal, iluminando las tinieblas, en poder de la verdad absoluta y en constante cruzada contra el mundo equivocado, es avalada por los indiscutibles y impresionantes resultados que ha conseguido este individuo, no me queda más remedio, que, muy a mi pesar, quitarme el sombrero.
Y me pregunto si no iremos quizás a crucificar o a quemar en la hoguera, una vez más, a alguien en poder de una verdad.
Crucifiquémosle, es un personaje molesto, polémico, ególatra, demagogo, crucifiquémosle si lo merece, pero no desde la incomprensión, ni desde la envidia, ni desde la crítica injustificada, ni mucho menos desde la difamación de sus métodos.
Por lo demás ya que me he puesto a hablar de él, diría que él mismo ha sido su mayor enemigo –como está ocurriendo con gran parte de los domadores “alternativos”-, si no todos.
Su extremista posición considerando maltrato casi cualquier práctica deportiva y artilugio asociado le ha cerrado todas las puertas a que su mensaje pudiese haberse extendido más allá.
Pero son sus principios, no los comparto, creo que está profundamente equivocado en esa radicalización. Pero no puedo sino sentir admiración, en los tiempos que corren, hacia cualquier persona que sea capaz de llevar sus principios hasta las últimas consecuencias. Cuando esos principios, aunque radicalizados, aunque mal enfocados, sólo son consecuencia de un intento de acercamiento -bienintencionado en su base, que no en sus formas- de respeto, hacia la Naturaleza.
En cualquier caso os dejo una frase que expresa bastante su filosofía que ha levantado más que ampollas:
" Among all sportmen there are no more than two percent of real sadists, and the others just do no realize what they are doing".
Nadie puede acusarle de no conocer ni ofrecer una alternativa. Aunque pueden acusarle de no estar regalándola fácilmente. Hasta hace poco la formación la realizaba él mismo, en su escuela, en Rusia.
A que su labor no sea más conocida tampoco ha contribuido seguramente el haber nacido en Rusia, desde luego, ni su desinterés por publicar a los cuatro vientos como pretenden hacer otros hasta lo cansino, los secretos de su doma.
Algo que se le critica, yo personalmente le agradezco que no haya caído en el mercadillo de clinics de fin de semana, cursillos online, o métodos “visa-Parelli”.
Está en su derecho en tener los aprendices que él decida, ya que él mismo advierte que no es un método para aficionados. En cualquier caso parece estar teniendo una actitud más aperturista, realiza cursos fuera, y tiene representantes en otros países.
Por lo demás tampoco creo que se le pueda criticar que por publicar una película –“The horse crucified and raised”- y creo que un libro, se esté lucrando con su método.
Dudo que detrás de ese cierto “secretismo” del que le acusan, y que no es tal, se esconda algo más que una personalidad compleja que decide cómo y en quién depositar sus conocimientos. Como era antaño. Es ruso, que no se nos olvide. No todos somos iguales, ni tenemos la misma educación ni cultura.
Dudo mucho que detrás de ese “secretismo” se encuentre el maltrato al que muchos domadores naturales someten a sus caballos, que después de un shock traumático se presentan casi como corderitos. A estas alturas casi todos los que tratamos con caballos sabemos reconocer con unos instantes viendo a un jinete y su caballo si existe temor en los ojos del caballo. Yo no lo he visto en sus imágenes. Muy al contrario.
Dudo aún mucho más que usen ningún tipo de hierro, hace años creo se decía utilizaban una cabezada tipo jáquima. Creo que es lo mínimo que podían usar.
Discrepo con él de casi toda aseveración científica en la que he visto que se basa, incluyendo sus últimos experimentos en aprendizaje de lenguaje por caballos. Personalmente creo –que no asevero- que realiza más pseudociencia que ciencia. Y que posiblemente-matizo- le falte base formativa para muchas afirmaciones que realiza.
Pero dudo que haya trampa ni cartón. Más allá de un ser excepcional, con unas capacidades fuera de la norma, una habilidad para la comunicación con la que el resto no podremos quizás nunca soñar , y una sensibilidad fuera de nuestro alcance, lo que no deja de sorprender visto el historial bélico de “este tipo”.
Creo que la mayor parte de los insultos y desprecios que reciben “estos tipos” –míos incluídos- no vienen más que de la propia envidia. Que nos critique a todos como “maltratadotes” pero a la vez nos haga contemplar cómo las cosas se pueden hacer de otra manera y pensar que nosotros no estemos a la altura, ni quizás nunca estaremos, ni capacitados para desarrollar esas habilidades, nos hace quizás sentir una cierta envidia difícil de reconocer, que se traduce, posiblemente, en gran parte de los ataques que se le realizan.
Es curioso que a ninguno nos importe admirar a un premio Nobel, el último transplante de manos, al último presidente electo de Estados Unidos, o el último salto estratosférico, sanamente, aún sabiéndonos incapaces de llegar nunca a poseer esas capacidades. Admiramos a Vargas Llosa, a Cavadas, aObama o a Felix Baumgartner.Y no parecemos tener problema en reconocer que nuestras capacidades son más limitadas, nos conformamos con saber que quizás a lo máximo que podremos es a llegar a ganar algún concurso local de relatos infantiles, realizar un transplante de riñón, llegar a concejal, o saltar en parapente.
Por supuesto tampoco les recriminaríamos que no se dediquen a la enseñanza de sus conocimientos a gritos al mundo entero.
Sin embargo a este individuo en lugar de admirarle y agradecer que nos muestre la posibilidad de que quizás –y sólo quizás- haya otra forma de hacer las cosas, aunque tengamos que conformarnos, de momento, con un nivel menor al que él ha llegado. En lugar de eso, nos dedicamos a descalificarle, insultarle, despreciarle, criticarle, denostarle, difamarle, y ni siquera interesarnos mínimamente por su –quizás más que discutible- trabajo. ¿Envidia?
Si tengo que decidir si es un genio o un impostor diría que lo primero, salvo que Andreavic me descubra el engaño.
Si tengo que posicionarme entre detractores y defensores, aunque no lo parezca, lo haría entre los primeros. Eso no quiere decir que me quede callado si escucho ataques que no me parecen justos.
Por otra parte Andreavic, apuntándote el dato de los Nevzorov no pretendía apuntarte a unos domadores dentro de la Alta Escuela clásica que tú seguramente conoces bien. “Este tipo” no creo pretenda encuadrarse dentro de la Escuela de Viena. Él mismo, en su narcisismo, ha denominado a su propia Escuela con su nombre “Haute Ecole Alexander Nevzorov “ que poco o nada tendrán que ver con la idea purista de Alta Escuela. Sus métodos son distintos, sus puntos de apoyo también, y posiblemente lo que pretenda lograr también. Aunque como verás los métodos de entrenamiento pie a tierra no son, en la forma al menos, tan diferentes.
No voy a entrar en discusiones sobre si lo que realiza es Alta Escuela o como tú dices un espectáculo de circo, o una colección de trucos que le atribuyen lenguas envidiosas.
Es cierto que pueden parecer una serie de trucos que muchos podemos incluso realizar con nuestros caballos, más torpemente. Y que cualquier profesional de Alta Escuela sólo podría burlarse, también, de ellos.
Desconozco hasta los rudimentos más básicos de la Alta Escuela, no podría por tanto, como tú Andreavic, reconocer los fallos de los que casi te burlas en sus vídeos.
Sólo puedo decirte que no sé cuál es la esencia final de la Alta Escuela, quizás sea sólo la perfección que tú refieres, yo como no entiendo y soy más bien simple, lo que veo sobre todo el la Alta Escuela es una búsqueda de la belleza,
Y si -para mí- la Alta Escuela es una búsqueda de belleza, en último término, lo siento pero Alexander Nevzorov me ha mostrado algunas de las imágenes más bellas que yo he visto en mi vida con un caballo.
Y dudo sea el único.
Donde tú has visto fallos e imperfecciones yo, en mi simpleza, sólo he visto belleza.
Más allá de la belleza estética: la belleza de la comunicación con un caballo, llevada al extremo, llevada al más difícil todavía.
No sé si lo que predica es cierto, o como dices es un impostor circense –uno de tantos-.
Sólo sé, que, en mi simpleza, me gustaría que fuese cierto.
Y, mientras, desde mi escepticismo, y aunque me cueste, y mucho, hace tiempo que decidí mantener una posición de respeto hacia -algunos al menos, los menos desde luego - de estos “personajes naturales”.
Por si acaso -como Buñuel, -je-
Por aquello de que no vaya a ser que un día se demuestre que llevaban razón, y sean ellos los que acaben burlándose de mí.
Creo que no sería la primera vez en la historia que hay que rescatar a alguien quemado en la hoguera. ¿No?