Ay, ay, ay.... os lo cuento aquí, que sé que me váis a dar todo tipo de respuestas variadas y opiniones.... DEJO A CUZCO.
He tirado la toalla, sí, Sabine...
La he tirado, después de 10 meses.
Sí porque después de las veces que me tiró, cuando estaba recién castrado, después se ha convertido en un caballo que sigo sin poder mover. Ni mi marido puede. Es decir es un VAGO con mayúsculas. Pero no es que no le saquemos partido nosotros montado. Es que es vago en la noria, es vago en la cuerda, suelto en libertad...
Me resulta tan pesado entre las piernas, que me "rompo" cada vez que lo tengo que montar.
Hay que dirigirle cada tranco. Es deprimente. Y después de todo esto os diré que nos soy una persona quejica, ni lo he sido nunca con los caballos.
Me he estado auto-engañando, pensando que era yo (en parte lo seré, por supuesto), montando otros caballos para ver (oh, albricias!), cómo con ellos sí podía, cómo disfrutaba galopando...
Hemos probado todo. Vaya, que vamos pertrechados hasta arriba de espuelas, fustas y demás...(sólo me faltaría ).
No he conocido un animal más frio ¿será insensible al dolor?...
Aparentemente está sano.
Por un momento creí que iba a acabar con mi pasión por los caballos...
Pero voy a cederles el caballo a la yeguada donde está y se crió. Yo me retiro.
Nos da igual el dinero que hemos pagado por él, su pupilaje, todo lo que hemos gastado.
Doy por bien empleado lo que he aprendido en este tiempo, que ha sido bastante.
Seguro que ellos le darán utilidad de algún modo, quizás un jinete experimentado que quiera "romperse" los huesos encima de él, le saque algún partido y lo disfrute.
Bueno, estoy con la moral por los suelos....
Pero con la vista al frente y con ganas de empezar aunque tenga que ser de cero.
Hala, a opinar de mi fracaso como propietaria.
Venga, ¿quién empieza?.....
He tirado la toalla, sí, Sabine...
La he tirado, después de 10 meses.
Sí porque después de las veces que me tiró, cuando estaba recién castrado, después se ha convertido en un caballo que sigo sin poder mover. Ni mi marido puede. Es decir es un VAGO con mayúsculas. Pero no es que no le saquemos partido nosotros montado. Es que es vago en la noria, es vago en la cuerda, suelto en libertad...
Me resulta tan pesado entre las piernas, que me "rompo" cada vez que lo tengo que montar.
Hay que dirigirle cada tranco. Es deprimente. Y después de todo esto os diré que nos soy una persona quejica, ni lo he sido nunca con los caballos.
Me he estado auto-engañando, pensando que era yo (en parte lo seré, por supuesto), montando otros caballos para ver (oh, albricias!), cómo con ellos sí podía, cómo disfrutaba galopando...
Hemos probado todo. Vaya, que vamos pertrechados hasta arriba de espuelas, fustas y demás...(sólo me faltaría ).
No he conocido un animal más frio ¿será insensible al dolor?...
Aparentemente está sano.
Por un momento creí que iba a acabar con mi pasión por los caballos...
Pero voy a cederles el caballo a la yeguada donde está y se crió. Yo me retiro.
Nos da igual el dinero que hemos pagado por él, su pupilaje, todo lo que hemos gastado.
Doy por bien empleado lo que he aprendido en este tiempo, que ha sido bastante.
Seguro que ellos le darán utilidad de algún modo, quizás un jinete experimentado que quiera "romperse" los huesos encima de él, le saque algún partido y lo disfrute.
Bueno, estoy con la moral por los suelos....
Pero con la vista al frente y con ganas de empezar aunque tenga que ser de cero.
Hala, a opinar de mi fracaso como propietaria.
Venga, ¿quién empieza?.....