Ayer vendí a Keops. En principio esto debía ser algo natural pues tengo una ganadería de caballos PRE y muchos caballos vendidos a mis espaldas. Pero siempre han sido potros de tres años cerriles o caballos de cinco ya iniciados en doma. Los primeros viven en libertad y aunque los veo con frecuencia y los conozco bien a todos, salen de mi casa sin haberme dado mayor satisfacción que haberlos visto crecer sanos. Los segundos salen igualmente produciéndome la satisfacción de ser caballos correctos y con un buen potencial para cubrir las expectativas de sus nuevos dueños. En ambos casos desde su nacimiento, son caballos cuyo destino es ser vendidos posteriormente.
Pero por una serie de circunstancias que no vienen al caso, Keops nació para quedarse en casa donde ha estado durante trece años. En este tiempo me ha dado muchas satisfacciones.
La situación general de las ganaderías PRE ya sabéis o imagináis como está actualmente y aunque yo a Dios Gracias no me puedo quejar, si que tengo más cabezas de las que me gustaría.
Así las cosas ayer llegó una persona buscando un caballo bien domado, tranquilo, con cierta edad y que fuera espectacular. Yo a Keops ya lo había tenido anteriormente en venta pero sin mucho interés por mi parte. Pero ayer, quizás por mi disposición a cubrir las necesidades de posibles clientes si realmente puedo, le enseñé a Keops.
Me pidió que lo montase y cuando me bajé me preguntó que cuanto quería por él. Yo conociendo el mercado le pedí para no venderlo, pero cuál no sería mi sorpresa cuando me da la mano y me dice: “El caballo es mío”.
Ante esto no hay marcha atrás. Un trato es sagrado y la mano más.
A mí no me preocupa que él se lo lleve, pues por lo que me ha explicado creo que va a estar bien atendido, pero si me preocupa que el día de mañana él lo venda y ya de viejo comience a pasar de mano en mano.
Por eso se me ha ocurrido hacerle una carta de presentación a Keops, por si futuros propietarios se hacen con él, que dice:
"Esta carta debe acompañar siempre a Keops en sucesivos cambios de propietario, pues es su presentación.
Mi nombre es Keops, el nombre de un antiguo faraón egipcio. Nací en el 2001 en una finca de Santa Olalla del Cala, provincia de Huelva, en la ganadería de Manuel Duque. Mi madre se llamaba Alegrias.
Allí viví durante tres años en total libertad y después me mandaron a Almonte, a un picadero donde me estuvieron enseñando doma vaquera durante año y medio.
Mas tarde me enviaron a Utrera donde seguí mi entrenamiento durante otro año más.
Ya una vez domado volví a la ganadería, donde he vivido todos estos años tranquilo. Me han montado con frecuencia y he estado mucho tiempo en libertad.
Soy un caballo muy noble que he ido varios años a la feria de Sevilla. Me dejo coger bien las patas y no tengo problemas con el herrado. Los cascos me crecen muy deprisa, por tanto no dejes de herrarme cada dos meses como poco. Me gusta que me duchen. Eso si, si lo haces sécame bien después pues si no me puedo resfriar. Lo que no soporto es que me entre agua en las orejas porque después me duelen.
Aunque me sueltes libre en un cercado me dejaré coger luego fácilmente. Por tanto no me prives de algunos ratos de libertad y me tengas siempre en un box.
Estoy acostumbrado a comer avena, unos 5 Kg al día en tres tomas y la paja que no me falte.
A cambio estoy dispuesto a darte muchas satisfacciones ya que estoy correctamente domado y sé hacer espalda adentro, apoyos, piruetas, cambios de pie con trancos intermedios y en serie de cuatro, contracambios y algunas otras cosillas, aunque hace muchos años que no lo practico y quizás lo tenga un poco olvidado.
Por eso si me pides algo y no lo hago a la primera, no te enfades conmigo que puede ser que se me haya olvidado o que quizás no me lo estés pidiendo como yo estoy acostumbrado y no te esté entendiendo. Ten por tanto paciencia conmigo.
Cuando haga lo que tú me pides, prémiame, dame unas palmaditas en el cuello y así yo sabré que te he agradado y la próxima vez que me lo pidas intentaré hacerlo mejor. Me gusta más que me premien cuando hago bien las cosas a que me castiguen si no te entiendo.
Durante estos trece años, les he dado muchas satisfacciones a mi criador, satisfacciones que estoy dispuesto a seguirtelas dando a ti, pero cuando llegue a viejo y no te sirva, no me sacrifiques. Llama a mi criador que él me ha prometido que me vendrá a recoger allí donde esté, para terminar mis días donde nací.
KEOPS
Microchips 977200001200802
En fin, no sé porqué he contado todo esto aquí, quizás para desahogarme un poco. De cualquier forma os pido disculpa por el tostón.
Saludos.

Pero por una serie de circunstancias que no vienen al caso, Keops nació para quedarse en casa donde ha estado durante trece años. En este tiempo me ha dado muchas satisfacciones.
La situación general de las ganaderías PRE ya sabéis o imagináis como está actualmente y aunque yo a Dios Gracias no me puedo quejar, si que tengo más cabezas de las que me gustaría.
Así las cosas ayer llegó una persona buscando un caballo bien domado, tranquilo, con cierta edad y que fuera espectacular. Yo a Keops ya lo había tenido anteriormente en venta pero sin mucho interés por mi parte. Pero ayer, quizás por mi disposición a cubrir las necesidades de posibles clientes si realmente puedo, le enseñé a Keops.
Me pidió que lo montase y cuando me bajé me preguntó que cuanto quería por él. Yo conociendo el mercado le pedí para no venderlo, pero cuál no sería mi sorpresa cuando me da la mano y me dice: “El caballo es mío”.
Ante esto no hay marcha atrás. Un trato es sagrado y la mano más.
A mí no me preocupa que él se lo lleve, pues por lo que me ha explicado creo que va a estar bien atendido, pero si me preocupa que el día de mañana él lo venda y ya de viejo comience a pasar de mano en mano.
Por eso se me ha ocurrido hacerle una carta de presentación a Keops, por si futuros propietarios se hacen con él, que dice:
"Esta carta debe acompañar siempre a Keops en sucesivos cambios de propietario, pues es su presentación.
Mi nombre es Keops, el nombre de un antiguo faraón egipcio. Nací en el 2001 en una finca de Santa Olalla del Cala, provincia de Huelva, en la ganadería de Manuel Duque. Mi madre se llamaba Alegrias.
Allí viví durante tres años en total libertad y después me mandaron a Almonte, a un picadero donde me estuvieron enseñando doma vaquera durante año y medio.
Mas tarde me enviaron a Utrera donde seguí mi entrenamiento durante otro año más.
Ya una vez domado volví a la ganadería, donde he vivido todos estos años tranquilo. Me han montado con frecuencia y he estado mucho tiempo en libertad.
Soy un caballo muy noble que he ido varios años a la feria de Sevilla. Me dejo coger bien las patas y no tengo problemas con el herrado. Los cascos me crecen muy deprisa, por tanto no dejes de herrarme cada dos meses como poco. Me gusta que me duchen. Eso si, si lo haces sécame bien después pues si no me puedo resfriar. Lo que no soporto es que me entre agua en las orejas porque después me duelen.
Aunque me sueltes libre en un cercado me dejaré coger luego fácilmente. Por tanto no me prives de algunos ratos de libertad y me tengas siempre en un box.
Estoy acostumbrado a comer avena, unos 5 Kg al día en tres tomas y la paja que no me falte.
A cambio estoy dispuesto a darte muchas satisfacciones ya que estoy correctamente domado y sé hacer espalda adentro, apoyos, piruetas, cambios de pie con trancos intermedios y en serie de cuatro, contracambios y algunas otras cosillas, aunque hace muchos años que no lo practico y quizás lo tenga un poco olvidado.
Por eso si me pides algo y no lo hago a la primera, no te enfades conmigo que puede ser que se me haya olvidado o que quizás no me lo estés pidiendo como yo estoy acostumbrado y no te esté entendiendo. Ten por tanto paciencia conmigo.
Cuando haga lo que tú me pides, prémiame, dame unas palmaditas en el cuello y así yo sabré que te he agradado y la próxima vez que me lo pidas intentaré hacerlo mejor. Me gusta más que me premien cuando hago bien las cosas a que me castiguen si no te entiendo.
Durante estos trece años, les he dado muchas satisfacciones a mi criador, satisfacciones que estoy dispuesto a seguirtelas dando a ti, pero cuando llegue a viejo y no te sirva, no me sacrifiques. Llama a mi criador que él me ha prometido que me vendrá a recoger allí donde esté, para terminar mis días donde nací.
KEOPS
Microchips 977200001200802
En fin, no sé porqué he contado todo esto aquí, quizás para desahogarme un poco. De cualquier forma os pido disculpa por el tostón.
Saludos.
