Todo es cuestión de educación, de disciplina y de confianza. Cuando compré a mi yegua estaba sin herrar de los pies, según todos porque no se dejaba, no sólo coceaba sino que ni tan siquiera se dejaba pinchar y cuando se veía perdida se "sentaba" en el suelo haciendo prácticamente imposible herrarla.
A mí jamás me ha puesto ningún problema para cogerle los pies. Es un poco tiquismiquis, no le gusta sentirse atrapada y a veces se mueve un poco, pero estuve cosa de un año "arreglándole" los pies yo sola y no tuve ningún problema. Después convencí al herrador de que la herrara de atrás, a veces cuesta más y a veces menos, pero se la hierra sin pincharla y sin que resulte traumático, ni para la yegua ni para el herrador. Últimamente hasta se deja coger los pies por el herrador tan tranquilamente. Y desde luego siempre estoy presente, porque considero que la responsable soy yo.
A veces creo que con esto pasa un poco como con los niños, que hay algunos padres que se creen que la educación y la disciplina a los niños se la tienen que dar en el colegio, y no, se la tienen que dar los padres. Y a los caballos, los dueños.