No todos los caballos tienen la fuerza y la capacidad de ir redondos hacia el salto (y menos hacia un salto de 1,60 y todas sus combinaciones). Los hay, como esta Ratina que es muy caliente, muy capaz, muy compacta, que se lleva bien a si misma, que acorta y alarga los trancos con mucha facilidad pero necesita ir con la cabeza arriba para luego poder utilizar mejor su cuello como palanca, algo que hace muy bien y su jinete le deja hacer muy bien antes, durante y después del salto.
Que en algunos trancos lucha contra la mano? Poco, pero es de pura calentúria y lo que hace su jinete es gestionarlo. No puede dejar que haga lo que quiera y la yegua se tiene que encontrar ciertos topes que no siempre le molan dentro de la adrenalina que siente al afrontar saltos de esa envergadura (y hacer lo que quiera significa ir medio metro hacia la derecha o hacia la izquierda y perder rectitud, tan necesaria para poder utilizar los pies por igual durante el salto y mantener el trazado minuciosamente estipulado por su jinete de antemano) porque el recorrido es muy muy técnico y está a 1.60 aunque no lo parezca porque precisamente, parece muy fácil.
Pero está lejos de estar fácil y la yegua es también, lejos de ser fácil de montar y de llevar por un recorrido de estos. A los caballos muy calientes hay que dejarles ser, y gestionarlos hacia donde tienen que poner su energía. En este caso, lo hace de forma sublime. Le deja ser, lleva un contacto constante todo el rato tanto con la pierna como con la mano y le abraza con la pierna justo cuando la yegua lo necesita para sentirse arropada, redondear el dorso y poder saltar con el mínimo esfuerzo posible, el resto del recorrido, le deja ser, ahorrando energías, la dirige y acompaña. Es por eso que otros no se llevaban bien con esa yegua, porque querían por fuerza que metiese los pies mejor, más redonda, más no sé qué y la cagaban en el intento.
UNa cosa es trabajar al caballo en plano, en el que mejoramos su equilibro, su fuerza, su flexibilidad muscular. Otra cosa es el momento de competir en que los tenemos que dejar ser como son. Si no son redondos y no meten los pies hasta las trancas pero tienen gran energía, impulsión suficiente y equilibrio, hay que dejarlos ser. Tantas veces me equivoqué con potros que los intenté llevar redondos y perfectos hacia el salto para luego darme cuenta de que los deberes se hacen en casa y en los recorridos tenía que dejarlos ser y sólo dirigirlos, apoyar cuando necesario y facilitarles la vida. En competición sale lo que tiene que salir de los deberes hechos en casa y del calentamiento hecho antes en plano.
Una vez, en una tanda de concursos seguidos, creo que eran 4 días seguidos o con uno de descanso o algo así, yo montaba a un caballo muy complicado y por lo visto yo en pista me complicaba aún más por querer que todo fuese bien, el contacto perfecto, el galope no se qué y las llegadas suaves, etc.
Cuando terminé el primer día con tres barras, un jinete que era un crack en pista (olímpico, no era uno cualquiera), me dijo: "Niña, por qué te complicas tanto. En casa has hecho tu trabajo, y si no lo has hecho pues ya lo verás en pista y mejorarás cuando llegues a casa, pero no puedes seguir trabajando al caballo como si estuvieras en casa o como si estuvieras en la pista de calentamiento. Acorta un punto los estribos, acorta las riendas, pónte ligera, pon el caballo en un galope seguido, que contacte con tu mano y déjale hacer. Repón lo que tengas que reponer y retén lo que tengas que retener sin cortarle el movimiento hacia delante, traza bien las vueltas con el contacto en tus dos manos siempre y déjale ser delante del salto".
De alguna forma, se me quedó grabado y aunque es verdad que en la mayoría de veces, en la equitación, nos dicen cosas que las entendemos pero no sabemos materializarlas, a mí, ese día, me hizo un clic. Al día siguiente, justo antes de entrar pensé: "riendas cortas, estribos cortos,
poner a ritmo y sólo gestionar ritmo y trazado, dejar llegar el salto y sentir..." El jinete era un capullo, no daba consejos gratuitos ni de coña y muchas veces cuando los daba los daba equivocados y luego se reía de la gente. Ya le había visto hacer eso varias veces y me había metido con él por hacerlo. Su respuesta era siempre:
"si quieren consejos que valgan que me los paguen." Así que, o una de dos, o me mataba con sus consejos o efectivamente funcionaban. Pero como lo que me dijo, era exactamente lo que él hacía en pista, decidí hacerle caso.
Pasamos de bajar tres barras a hacer tres ceros seguidos en los tres días siguientes. El caballo más abierto, más él, más cómodo y sí, tuve que gestionar las vueltas bloqueando la mano en algunos puntos y pedirle más galope antes de algunas vueltas para que repusiera actitud, pero la diferencia fue, abismal. Mucho más fácil, para él, y para mi. Y lo que más me sorprendía es que justo al terminar las pruebas, todo él se ponía al paso, se
estiraba, se relajaba y lo sentía feliz y pisando fuerte, cómodo y satisfecho de su trabajo. Lo normal en él era salir retrotando e incómodo de la pista.
Con esto quiero decir que no siempre, por haber tensión en algunos músculos o porque levanten la cabeza una serie de veces durante un recorrido significa que estén incómodos o infelices. La adrenalina a veces hace que los caballos se tensen más de lo normal y la técnica de equitación existe para lograr gestionar esa tensión en momentos como las competiciones de forma que ayudemos al caballo a procesar esa tensión sin dejar secuelas físicas o emocionales.
La tensión es mala cuando se bloquea la comunicación entre caballo y jinete y se ven muchos recorridos con caballos y jinetes desconectados el uno del otro, eso hace que parezca todo mucho más difícil, y lo es, para ambos.
Yo si fuese caballo prefería llevar un filete y ser llevado por una buena mano que llevar un hackamore presionando el hueso más sensible de la nariz y que el que fuese arriba fuese descuidado con su mano porque "a final de cuentas, lleva un hackamore" y no lleva nada en la boca
Si tengo que elegir entre un filete y un hackamore con mala mano....si fuese extremadamente sensible de boca, podrías olvidar el filete porque me pondrías por sombrero, me pondría de manos y sería muy desagradable cada vez que me llevase un gesto fuera de lugar, pero el hackamore, si te atrevieses a presionarme con él más de la cuenta, tampoco te pondría la vida fácil jeje. No sé, me cuesta un poco humanizar en este sentido...
De todas formas, lo que hagamos con nuestra mano, debe ir de acorde a nuestras capacidades y pretensiones. Yo soy partidaria de que cualquier caballo debería saber trabajar redondo, abajo, arriba, tener un dorso permeable y redondo, parar, arrancar, girar y hacer marcha atrás bien, para que nos pueda llevar y hacer km. Con eso, quiero decir que cualquier jinete debería saber trabajar a su caballo redondo para muscularlo y flexibilizarlo ( o entonces, tener a alguien que se lo haga o buscar otros métodos, cuerda, etc). Luego para pasear que lo lleve como quiera y con la embocadura que quiera ya que si está bien educado y bien musculado, bien de energía, la mano y lo que lleve en la boca es lo que se utiliza menos.
Durante el trabajo de redondear y muscular, si no eres demasiado sensible con la mano, pues cuida lo que le pongas en la boca (o no) del caballo para minimizar riesgos de dañarle. Si tienes buena mano, podrás elegir lo que mejor le convenga al caballo según lo que quieras hacer con él, porque pongas lo que le pongas, tu mano será eficaz y suave cuando el caballo lo necesite.
Como jinetes no creo que seamos nunca perfectos y la simbiosis perfecta será muy difícil de lograr, pero creo que los caballos agradecen el que cada vez intentemos comunicarnos mejor con ellos.
Baraka, sí ya me contarás, estoy curiosa!!
El galope de este caballo por ejemplo, es mucho más saltado y redondo que el de Ratina, todo él es más redondo y no da sensación de ir tenso, pero si te fijas, hay momentos en los que también pelea con la mano y su jinete lo gestiona bien también. Pelea pero porque quiere ir, a veces con el ansia de llegar al otro lado pero el jinete le indica con un bloqueo en la mano (no puede ser una media parada porque perdería un buen ritmo y equilibrio que ya lleva y no puede perder para no perder longitud de trancos) sólo para decirle, no, aún no puedes, calma, que quedan tres saltos más seguidos y si te dejo ir ahora, te empotras contra los otros...
No logro ver lo que lleva en la boca pero vamos, que lo veo con un buen contacto y con una buena comunicación:
Aquí vemos un caballo mucho menos expresivo, pero bien montado, va con un buen contacto, parece todo fácil y llegando prácticamente perfecto a todos los saltos:
ella es muy buena amazona. El caballo muy muy bueno y muy muy caro también y ya con mucha experiencia. No quita mérito porque ella monta muy muy bien. Pero no es lo mismo que un jinete que se "hace" con caballos más difíciles y quizás menos estables.
Aquí vemos otra vez a Ludger Beerbaum con otra yegua que parece tiesa como un palo, redonda nada, la deja tal cual y de nuevo la interpreta de cine. Sí que en un salto es un poco más duro porque ve que le está comiendo los trancos y no puede porque si le deja se le come el salto, pero todos los demás saltos, la yegua va cómoda, las vueltas son muy bien trazadas y le pone siempre en las mejores condiciones que puede para saltar.
Aquí lo vemos con un caballo mucho más elástico, con un cuello que parece de goma y sigue interpretando al caballo de forma sublime, con un contacto maravilloso y poniéndole siempre las mejores condiciones para que en el terreno del salto pueda utilizar todo su cuerpo. El contacto en las dos riendas es alucinante, no le obliga a mirar dentro en algunas vueltas que el caballo no mira hacia el salto (porque aún no está preparado lo suficiente como para hacer la vuelta mirando al salto o las condiciones no son adecuadas para hacerlo en esa vuelta), le sigue el contacto, aún mirando hacia fuera, la transición hacia el "apunte al salto" es suave y pasa de una rienda a otra...no hay muchos jinetes con sus capacidades técnicas.
Aquí monta un caballo bastante más redondo y lo lleva como tal, le deja abrirse antes de los saltos para facilitar la utilización del cuello, de nuevo el contacto es bueno siempre, se equivoca un poquito en el ritmo antes del doble y por eso toca una barra aunque no se cae, pero todo lo demás, pfff. ¿Qué lleva en la boca? Ni sé...Sólo sé que la comunicación es sublime en todo momento.
Ahora veamos dos hermanos....Mickael y John Withaker... La leche.
Este es John:
Este es Mickael en el mismo recorrido ganándole la prueba:
Estos, simplemente nacieron a caballo. Locura total, sus caballos son como bicis...les manejan a su antojo y los caballos entran en la energía de sus jinetes una forma que parece que van en trance. La recta final al último salto es absolutamente alucinante la cabeza fría del caballo y la decisión loca del jinete de ganar...no hay contacto en la mano, sólo equilibrio y compenetración, el caballo mide, el jinete pide...
A uno de ellos (no me acuerdo cuál es cuál), le vi en un concurso poniendo un billete de no sé cuántas libras en el sitio donde tenía que partir el caballo de un alumno para llegar bien al salto. Le dijo: "Si partes al salto exactamente aquí, te quedas el billete". Y ya. No le dijo nada más.
En fin, me pongo a ver y me pierdo...