Para no temer el sobresalto de encontrarte con caballos, lo mejor es que te adelantes a ello, llevándole, en cuanto te sientas seguro, a acostumbrarse a encontrarse con sus congéneres. Hace un tiempo salió un tema donde pusimos los pasos a seguir: primero que los vea encerrados, luego sueltos, pero dentro de un cercado... y al fin, montados cerca de el.
Pero sea como sea, el fundamento de la obediencia en el exterior es que tu caballo esté pendiente y se fíe de ti, a pesar de las distracciones, que te "escuche", a pesar del "ruido" del ambiente. Es imposible acostumbrar a un caballo a todo... lo que sí es posible, y hasta fácil, es que obedezca a pesar de estar asustado o nervioso: esto es lo interesante.
El modo en que se suele tomar (salvo quienes trabajan en ello) el salir al campo a caballo, solamente como "recreo" o descanso del trabajo, no ayuda nada a evitar malas sorpresas, o comportamientos peligrosos.
El caballo (creo yo) debe estar siempre pendiente, debe pedírsele la misma obediencia en el exterior que en la pista... porque nos debe obedecer a nosotros, no a las paredes, ni a las vallas.
Para eso el campo, que es muy buena gente, nos lo pone fácil, porque está lleno de ejercicios listos para que los hagamos con nuestro caballo: cuando vas por el campo abierto, escoges pasar por uno u otro lado de un árbol, darle dos vueltas a un matorral, o saltar un tronco caído; de vez en cuando, le mandamos al caballo qué lado del camino debe seguir, o le mantenemos en el centro, sin dejar que se salga; también le podemos mandar cambiar de dirección o salir del sendero cuando no se lo espera, parar y salir en medio de una subida o bajada... con todo esto, aparte de ganar en agilidad, le acostumbramos a estar siempre dispuesto a obedecer, a saber que mientras estemos con el, deberá escucharnos.
También conviene, a ratos, dejarle ir con el "piloto automático", y que sepa "ser responsable" cuando no le mandamos nada... Esto es fundamental, si vas a hacer recorridos largos con el, porque un caballo que sepa escoger con inteligencia el camino de vuelta, y el mejor terreno, puede salvar una vida, como muchos ya hemos comprobado.
Pero sea como sea, el fundamento de la obediencia en el exterior es que tu caballo esté pendiente y se fíe de ti, a pesar de las distracciones, que te "escuche", a pesar del "ruido" del ambiente. Es imposible acostumbrar a un caballo a todo... lo que sí es posible, y hasta fácil, es que obedezca a pesar de estar asustado o nervioso: esto es lo interesante.
El modo en que se suele tomar (salvo quienes trabajan en ello) el salir al campo a caballo, solamente como "recreo" o descanso del trabajo, no ayuda nada a evitar malas sorpresas, o comportamientos peligrosos.
El caballo (creo yo) debe estar siempre pendiente, debe pedírsele la misma obediencia en el exterior que en la pista... porque nos debe obedecer a nosotros, no a las paredes, ni a las vallas.
Para eso el campo, que es muy buena gente, nos lo pone fácil, porque está lleno de ejercicios listos para que los hagamos con nuestro caballo: cuando vas por el campo abierto, escoges pasar por uno u otro lado de un árbol, darle dos vueltas a un matorral, o saltar un tronco caído; de vez en cuando, le mandamos al caballo qué lado del camino debe seguir, o le mantenemos en el centro, sin dejar que se salga; también le podemos mandar cambiar de dirección o salir del sendero cuando no se lo espera, parar y salir en medio de una subida o bajada... con todo esto, aparte de ganar en agilidad, le acostumbramos a estar siempre dispuesto a obedecer, a saber que mientras estemos con el, deberá escucharnos.
También conviene, a ratos, dejarle ir con el "piloto automático", y que sepa "ser responsable" cuando no le mandamos nada... Esto es fundamental, si vas a hacer recorridos largos con el, porque un caballo que sepa escoger con inteligencia el camino de vuelta, y el mejor terreno, puede salvar una vida, como muchos ya hemos comprobado.