Hay un tema que siempre me ha obsesionado desde que tengo caballo, su psicología. Evidentemente no son seres inteligentes (de serlo y con su fuerza jamás permitirían que unos enanos de dos patas los montasen...). Pero lo que es indudable es que tienen sentimientos. Os cuento algunos ejemplos:
Cuando hace mucho tiempo que no voy a ver a Duende, entro en el box y me da la espalda, no quiere ni verme!
Tenerlo desde potro me ha ayudado mucho a crear una relación muy especial con él. Cuando entro en la cuadra silbo de una manera particular y aunque no me vea me contesta con un relincho o un bufido. Le suelto en la pista y jugamos, el me persigue (a veces a galope lo cuál no deja de "acojonar" un poco) pero nunca me pisa ni me hace daño. Jugamos a ver si nos pillamos ¡por turnos! el sabe cuando le toca a él y cuando a mí, no me preguntéis cómo.
Contadme y os seguiré soltando anécdotas divertidas o curiosas sobre este tema. Seguro que todos tenéis alguna historia al respecto.
Cuando hace mucho tiempo que no voy a ver a Duende, entro en el box y me da la espalda, no quiere ni verme!
Tenerlo desde potro me ha ayudado mucho a crear una relación muy especial con él. Cuando entro en la cuadra silbo de una manera particular y aunque no me vea me contesta con un relincho o un bufido. Le suelto en la pista y jugamos, el me persigue (a veces a galope lo cuál no deja de "acojonar" un poco) pero nunca me pisa ni me hace daño. Jugamos a ver si nos pillamos ¡por turnos! el sabe cuando le toca a él y cuando a mí, no me preguntéis cómo.
Contadme y os seguiré soltando anécdotas divertidas o curiosas sobre este tema. Seguro que todos tenéis alguna historia al respecto.