Re: yegua a matao a su potro
…..bueno no sé si visteis a la yegua matar al potro…o deducisteis que lo había matado.
Puede haberlo matado, pero hay dos formas de matar a un potro por una yegua que lo rechace: a través de un ataque directo –coces, patadas- que es infrecuente pero existe, o porque no lo reconozca como tal y acabe matándolo al pisarlo o por accidente. Por lo que cuentas no había agresividad sino indiferencia, "cogiais el potro y como si nada, lo pisaba"- en ese caso suele ser bastante más fácil lograr la aceptación.
Yo el rechazo "pasivo" en yeguas lo he visto alguna vez pero el "rechazo agresivo" sólo lo he vivido con una árabe que cuidaba.
…en potros…causas últimas, posiblemente factores hormonales o genéticos, posiblemente la causa última no se sepa, o en otras especies que conozco más no se sabe...... factores que puedan estar implicados: lo dicho, madres primerizas, partos traumáticos, dolor a causa del parto, exceso de gente alrededor, exceso de una incorrecta manipulación del potro, cambios en el olor del potro, en otras especies que conozco más se suele dejar la placenta un tiempo antes de retirarla, presencia de otros caballos, que se haya separado al potro de la madre en los primeros momentos,…..lo de que lo rechacen por ser un potro no viable….en otras especies sí, pero de lo que recuerdo de aquella ocasión según el veterinario no era cierto.
Supongo llegó a mamar, aunque no lo mencionas, es imprescindible asegurarte que tome el calostro en las primeras horas. Tanto por el calostro como por el vínculo que se forja a través de la acción de amamantar. Es un imprescindible primer paso.
Hay veces que las hembras rechazan no a las crías en sí, sino a que se amamanten, por dolor e inflamación en las mamas.
No dices las dimensiones del espacio en el que estaban, pero si visteis que le pisaba…..
En cualquier caso, las 48 horas primeras en las especies que conozco son claves para lograr un vínculo con la cría. Y en esas primeras 48 horas y ante el más mínimo comportamiento extraño teníais que haber intervenido.
Con aquella yegua fue una locura, porque tuvimos que inmovilizarla de forma que el potro tuviese acceso a las mamas pero en ningún momento quedase expuesto ni a la parte delantera, ni a la grupa. Con alpacas de paja y algunas barras. Cada cierto tiempo la soltábamos para que no estuviese inmovilizada, protegiendo que no tuviese acceso al potrillo claro.
Tampoco puedes tomar la estrategia de separar a madre y potro -salvo que desistas de intentar la aceptación y decidas criarlo tú- porque la separación, aunque sea temporal, incrementa el rechazo
Luego poquito a poco cuando el potrillo se acercaba y ella lo admitía la recompensabamos, y al contrario.. Poco a poco la yegua fue aceptando al potro y lo llegó a criar ella ya sueltos en el prado, pero siempre se mostró distante y fría con él.
El veterinario aconsejó al dueño que no volviese a cubrirla porque era frecuente que se repitiese el rechazo. También dudó si sedarla el primer día un poco ligeramente, pero lo descartó. Lo suyo haber encontrado una yegua “nodriza”, pero no fue posible.
Bueno, cuando hay que intervenir, pues hay que intervenir. Y una yegua pisando indiferente a su potrillo es una causa clara de alarma.