ESTAIS HABLANDO DE UN SER VIVO
Ante todo, primero es la yegua y después tú. Puesto que ella no eligió estar contigo. No estás hablando de un frigorífico, estás hablando de un ser vivo que merece un poco más de respeto.
En segundo lugar, si el problema es únicamente psicológico, te recomiendo que la escuches a ella y aprendas de ella antes de prentender enseñarle nada. Consigue que confíe en tí y que se sienta más segura a tu lado que sola. Me parece insultante que te recomienden pegarle para que te tenga miedo como si eso fuera una solución, eso sólo estropearía las cosas. El caballo es presa, no depredador, y por lo general siempre tendrá miedo, tú tienes que hacer que contigo no lo tenga y entonces estará todo ganado. Hay una página de un domador argentino que utiliza la doma tradicional de sudamérica y consigue morder sin ningún temor los cascos de su caballo porque sabe que éste nunca le hará daño. Éste es el enlace: http://www.doma-india.com.ar/biografia.htm Hay fotos de lo que te digo.
Suerte. Mírale a los ojos, háblale, y escucha muy atentamente lo que te contesta.
Ante todo, primero es la yegua y después tú. Puesto que ella no eligió estar contigo. No estás hablando de un frigorífico, estás hablando de un ser vivo que merece un poco más de respeto.
En segundo lugar, si el problema es únicamente psicológico, te recomiendo que la escuches a ella y aprendas de ella antes de prentender enseñarle nada. Consigue que confíe en tí y que se sienta más segura a tu lado que sola. Me parece insultante que te recomienden pegarle para que te tenga miedo como si eso fuera una solución, eso sólo estropearía las cosas. El caballo es presa, no depredador, y por lo general siempre tendrá miedo, tú tienes que hacer que contigo no lo tenga y entonces estará todo ganado. Hay una página de un domador argentino que utiliza la doma tradicional de sudamérica y consigue morder sin ningún temor los cascos de su caballo porque sabe que éste nunca le hará daño. Éste es el enlace: http://www.doma-india.com.ar/biografia.htm Hay fotos de lo que te digo.
Suerte. Mírale a los ojos, háblale, y escucha muy atentamente lo que te contesta.