Hola Pumba y compañía,
creo que es difícil dar recetas sobre esto de las mantas, pues las condiciones de cada lugar y cada momento son importantes. Sin ánimo de dar recetas, te cuento como lo hago por si te sirve de algo.
Yo, particularmente, lo esquilo para el invierno para evitar las fuertes sudadas de trabajo y evitar que se enfríe fuertemente tras el mismo. En ese caso, no solo la manta en el box sino también la manta de trabajo mientras calienta y mientras se enfría tras el trabajo, y solo puesta durante el trabajo con frío extremo (claro que "extremo" es una apreciación que yo relaciono con "que no sude con la manta puesta por el trabajo"). No obstante, con estos fríos fuertes repentinos, y aunque está cogiendo ya el pelo de invierno, prefiero usar la manta grupera (la de trabajo) al menos -como dije- durante el calentamiento y el "enfriamiento", porque además quiero evitar que el frío estimule un crecimiento del pelo excesivamente fuerte en fase tan temprana del otoño, ya que mi objetivo es esquilar a finales de noviembre o principios de diciembre, cuando el pelo de invierno está totalmente desarrollado. Se me olvida decirte que en días de mucho frío y viento, como ha sido hoy en Madrid, he trabajado en cubierto (aunque está parcialmente abierto) calentando con la manta, que le he quitado para trabajar, pero si hubiera trabajado en el exterior hoy, por ejemplo, habría sido de los días de "manta puesta". Insisto en que un día frío que puede ser normal en pleno invierno, hay que tratarlo con más precaución al principio de los fríos (¿o no os pasa a vosotros igual, que no teneis preparado aún el cuerpo para este frío?).
Esta "estrategia" la seguí el año pasado y le fue muy bien al caballo, que no tuvo un mal catarro (ni una tos, ni un estornudo, ni nada que se le pareciera). Espero que te sirva de algo una experiencia más.
Saludos,
José María