Me parece una irresponsabilidad aconsejar a una persona que no entiende de caballos que se ponga a dar cuerda a un potro de menos de un año. Ni al año, ni a los dos años. En todo caso, empezar a los tres, y sigo pensando que es pronto.
Es como poner a hacer pesas a un niño de cinco años.
Dar cuerda tiene unos requerimientos óseos y musculares, y un potro no está formado aún a ninguno de esos niveles. Puedes ocasionarle lesiones de por vida.
Por ahora, deberías limitarte a que la potra se deje ramalear, cepillar, coger las patas, etc. Doma de cuadra y nada más. Y eso sí, no consentirla. No debes jugar con ella como si tu fueses otro potro, debes hacerte respetar en todo momento sin dejar que invada tu espacio. Si ella te considera otro potro, te tratará como tal, es decir, te morderá, te coceará, te apartará, te rascará, te empujará, etc. No le consientas nunca lo que no quieras que te haga cuando sea adulta.
En cuanto a soltarla, cuanto más espacio tenga, mejor. Teniendo fina, cércala con pastor eléctrico (es barato y eficiente), y déjala espacio suficiente para darse unas galopadas.
Cuando tenga tres o cuatro años, permite que un profesional se encargue de su doma.
Con los caballos, siempre paciencia y sentido común.
Un saludo
Es como poner a hacer pesas a un niño de cinco años.
Dar cuerda tiene unos requerimientos óseos y musculares, y un potro no está formado aún a ninguno de esos niveles. Puedes ocasionarle lesiones de por vida.
Por ahora, deberías limitarte a que la potra se deje ramalear, cepillar, coger las patas, etc. Doma de cuadra y nada más. Y eso sí, no consentirla. No debes jugar con ella como si tu fueses otro potro, debes hacerte respetar en todo momento sin dejar que invada tu espacio. Si ella te considera otro potro, te tratará como tal, es decir, te morderá, te coceará, te apartará, te rascará, te empujará, etc. No le consientas nunca lo que no quieras que te haga cuando sea adulta.
En cuanto a soltarla, cuanto más espacio tenga, mejor. Teniendo fina, cércala con pastor eléctrico (es barato y eficiente), y déjala espacio suficiente para darse unas galopadas.
Cuando tenga tres o cuatro años, permite que un profesional se encargue de su doma.
Con los caballos, siempre paciencia y sentido común.
Un saludo