Pues claro que si, Mayca, ese es el problema, la cuerda es aburrida. ¿ Pero por que ? Pues por que la utiliza gente que no sabe lo que es ni para lo que sirve y normalmente como un medio rápido de cansar al caballo para que luego no les pida el carnet.
Pero la cuerda es tambien un maravilloso metodo de doma. Pero como cualquier enseñanza se debe hacer con conocimiento e ilusión. Todos sabemos que un buen profesor puede hacer que amemos su asignaturia y uno malo que la odiemos.
Ya he dicho muchas veces que el caballo no es inteligente, pero tampoco hay que despreciarlo, es listo. Pues hay que aprovechar su gusto por aprender. No el aprender por aprender, sino el bloqueo mental que se le suele generar cuando no aprende algo. Todos hemos visto lo nerviosos que se ponen y lo que se relajan cuando al fin dan con la solución.
Pues vamos a ir poniendole pequeños retos. Vamos a empezar por lo facilito, eso de dar vueltas y vueltas, y primero vamos a ir poniendolo en forma ( que suelen estar hechos un desastre). Vamos a empezar a forzarle los cambios simples de aire, hacia arriba y hacia abajo ( paso-trote, trote-galope, galope-trote...) Despues los cambios de paso a galope. Enseñarle a cambiar de sentido de giro, primero al paso y viniendo a nosotros, luego directamente. Que obedezca a la voz y a la tensión y acción de la cuerda. Despues que obedezca a chasquidos y silbidos. Que aprenda a seguirnos, que gire ya sin cuerda. Hecharles la silla, que acepten el filete. Que acepten una persona encima sin saltos pero aún guiado por mi, que esa persona de encima, poco a poco se vaya haciendo con el control del animal, y yo vaya desapareciendo.
Pero esto, no se hace en un día, se hace muy poquito a poco y poniendo toda tu atención en el tema. Si estoy con un potro y me suena el teléfono se que al cogerlo ya he perdido el control sobre él, ese imperceptible cambio de aptitud, de atención hace que el lo note y a su vez pierda interés y se relaje, que ya no juguemos juntos. No olvidar que las sesiones deben ser cortitas, que su atención tiene un límite.
Y todo esto aderezado de caricias y halagos cuando lo hace bien, cuando aprende algo hay que hacerle entender que ha coronado el everest, que es tu amigo y que estás orgulloso de él, y anda que lo entienden.
Y tiempo, mucho tiempo, no tener plazos. Yo ahora mismo tengo tres potros en doma, podría tener más, seguro, pero no me da la gana. Que los hay más rapidos que yo, seguro y mejores. Pero yo lo hago así.
Y si el niño ha sido bueno, que lo suelen ser, el papá Miguel lo coje del ramal y se van los dos a pastar. Y lo de los dos no es figurado, que con más de uno me ha tocado ponerme de rodillas y enseñarle

, ¡ si no habian salido de un box!.
Pero esto tiene muchas recompensas. Cuando entro en el pasillo de los potros se monta el revuelo, aunque solo sea por que saben que llega el de las zanahorias, que me preocupa a mi más el precio de las zanahorias que el del petroleo, esto es la ruina, esta semana han subido diez centimos.
Y me he dejado muchas cosa, que la doma no es ni mucho menos solo dar cuerda, pero con ese rollo seguiremos otro día, que ya está bien.
