Lo mejor de todo es aprender la base de la equitación, los conceptos básicos sobre cómo funcionan los caballos entre ellos, cómo hacernos entender a nosotros, cómo pedir y enseñar las cosas, obtener un asiento correcto, obtener la mano independiente del cuerpo, entender cómo dar las ayudas de forma que te entiendan, saber pedir el avanzar, parar, girar y hacer marcha atrás, llevar un ritmo constante y saber pedírselo a caballos de diferentes tipos de energía. Entender un poco cómo funciona la biomecánica del caballo, entender, saber ver y sentir la diferencia entre un caballo que trabaja cómodo con su cuerpo y con nosotros encima y el que se siente incómodo. Aprender a disipar las tensiones básicas tanto del caballo como nuestras, inherentes a este deporte, entre otras cosas.
Una vez aprendido todo esto, se puede empezar con la disciplina que se quiera. ¿Que mientras estamos aprendiendo damos algunos saltos o aprendemos a ejecutar algunos ejercicios como los círculos y las diagonales? Claro que sí, también forma parte de la base
La primera disciplina debe ser la base. Lo demás, vendrá en función de lo que nos vaya interesando, de lo que le guste más al caballo y de nuestras condiciones para seguir haciendo esto o aquello.