“EQUITACIÓN DE ALTA CUNA…….Y DE BAJA CAMA”
31 de Enero del 2008
En respuesta al articulo de Víctor Álvarez en la Revista Galope nº 35 titulado “Reflexiones sobre la Alta Escuela”:
Siempre he pensado que es más dulce reflexionar sobre el dorso de un ejemplar de élite, fichaje millonario de algún ganadero afamado.
Ese gran caballo, de grupa poderosa y espaldas oblicuas, que todos hemos montado en sueños, con un piaffe interminable y muy enérgico, un trote en extensión con alas y un passage flotando entre nubes…. Y todo ello con una suavidad exquisita en las ayudas, que sólo con la mente provocan transiciones elásticas.
Al despertar por la mañana, con las sensaciones placenteras del sueño aún vivas en la mente hemos repasado a nuestro caballo mientras echábamos la comida y nos hemos repetido una y mil veces: “Mi caballo es el mejor”… al menos “es el que tengo”, y a partir de ahí hemos empezado un trabajo, ilusionado, intentando enseñarle aquellos movimientos del sueño a …. Pero MI YEGUA es un poco más larga de lo deseado y algo escasa de fuerza en algunos movimientos, por lo cual, a veces, protesta y se enfada, pero yo la convenzo y en ocasiones, los movimientos los saca del alma, porque el corazón le empuja, que no la grupa, componiendo una coreografía, que cuando suena la música española de Albéniz, Granados y Falla expresa sentimientos de raíces profundas.
Así, poquito a poco, con paciencia y método, de vez en cuando reproduzco con mi yegua las mismas sensaciones del sueño, cuando montaba aquel caballo millonario.
Luego, si ustedes quieren, podemos hablar largo y tendido de la Teoría y Práctica del entrenamiento deportivo, de la metodología en la enseñanza y de la biomecánica del movimiento. Pero primero quiero reivindicar el PASO ESPAÑOL y LA PIRUETA EN TRES REMOS como forma de expresión artística que identifica a la ALTA ESCUELA ESPAÑOLA. Y la diferencia de otras disciplinas, porque si bien, “equitación solo hay una”, las formas de expresión son muy variadas y no queremos que nos confundan.
En defensa de la PIRUETA EN TRES REMOS (esto es una opinión personal) tengo que decir que:
1.- Si nos ceñimos a un análisis puramente mecánico del movimiento podríamos compararlo con infinidad de gestos deportivos que realizan los bailarines en la danza (cambré, croisé, coupé….) o en gimnasia rítmica y deportiva que no los recomendaría precisamente ningún médico. Se trata de una demostración de habili dad y destreza en el movimiento que puede no estar exenta de riesgo. En lo referente a otras disciplinas ecuestres conozco muchas tendinitis crónicas que implican la jubilación anticipada de caballos en el TURF y tampoco parece que sea muy natural saltar de forma repetitiva sobre alturas de 1,60m -1,70m, recibiendo el salto con los anteriores.
2.- Por otro lado y sin que esta apreciación tenga rigor estadístico, todos los jinetes consultados de ALTA ESCUELA ESPAÑOLA, que trabajan en el entrenamiento específico de la pirueta en tres remos con sus caballos, no conocen lesiones importantes provocadas por este ejercicio, siendo la incidencia de las lesiones superior, con diferencias, en otros movimientos explosivos como el trote en extensión donde determinados tendones son sometidos a su máxima elongación al mismo tiempo que la fuerza de empuje llega a su máxima expresión.
3.- Se trata de un ejercicio complicado de enseñar, si bien es cierto que una vez que el caballo lo ha aprendido tiende a repartir el peso entre los posteriores y el anterior apoyado, de manera que no todo el peso recae continuamente en el apoyo delantero, buscando finalmente el caballo su propio equilibrio.
4.- En cualquier caso no es un ejercicio obligatorio con lo cual que no se preocupe el jinete-domador que no sepa o no quiera realizar-enseñar este ejercicio.
Concluyendo:
Lo que realmente es una barbaridad es afirmar que la Alta Escuela Española no debería tener la entidad de disciplina propia y que ha de estar bajo el paraguas de la doma clásica.
Es como incluir el baile flamenco en la danza clásica por mucho que exista una raíz universal del movimiento. Está claro que amen de sus orígenes expresan cosas distintas y en todo caso sería al revés que la doma clásica estuviera bajo el paraguas de la Alta Escuela, al menos a nivel conceptual. No solamente pensamos que es una disciplina con carácter propio, sino que tiene una proyección y trayectoria diferentes, sobre todo, por el apellido de “ESPAÑOLA” y porque el P.R.E. es la raza idónea para su práctica.
En cualquier caso, si hacemos balance de los éxitos deportivos de la Doma Clásica durante medio siglo de participación en competiciones internacionales, observamos que finalmente han sido los caballos de PRE y los jinetes de REAE, los que , junto a la excepción de Beatriz Ferrer, han dado nombre a la Doma Clásica Española.
Quisiera terminar este artículo con un encarecido ruego: QUE NOS DEJEN MADURAR Y CRECER COMO DISCIPLINA DEPORTIVA AMPARADA POR LA R.F.H.E., que bastante años llevamos condenados a participar en exhibiciones, por falta de competiciones oficiales y ojalá que en un futuro, cuando llevemos el mismo tiempo que la Doma Clásica, alcancemos un número suficiente de licencias federativas (actualmente en crecimiento) que nos permita aspirar (¿porqué no?) a ser disciplina olímpica como la vaquera americana que ganó su partida en 2002.
José Antonio Ruiz Martínez
Lcdo. En Ciencias de la Actividad Física y Deporte
Presidente de A.J:A.E.E.
(Asociación de Jinetes de Alta escuela)
31 de Enero del 2008
En respuesta al articulo de Víctor Álvarez en la Revista Galope nº 35 titulado “Reflexiones sobre la Alta Escuela”:
Siempre he pensado que es más dulce reflexionar sobre el dorso de un ejemplar de élite, fichaje millonario de algún ganadero afamado.
Ese gran caballo, de grupa poderosa y espaldas oblicuas, que todos hemos montado en sueños, con un piaffe interminable y muy enérgico, un trote en extensión con alas y un passage flotando entre nubes…. Y todo ello con una suavidad exquisita en las ayudas, que sólo con la mente provocan transiciones elásticas.
Al despertar por la mañana, con las sensaciones placenteras del sueño aún vivas en la mente hemos repasado a nuestro caballo mientras echábamos la comida y nos hemos repetido una y mil veces: “Mi caballo es el mejor”… al menos “es el que tengo”, y a partir de ahí hemos empezado un trabajo, ilusionado, intentando enseñarle aquellos movimientos del sueño a …. Pero MI YEGUA es un poco más larga de lo deseado y algo escasa de fuerza en algunos movimientos, por lo cual, a veces, protesta y se enfada, pero yo la convenzo y en ocasiones, los movimientos los saca del alma, porque el corazón le empuja, que no la grupa, componiendo una coreografía, que cuando suena la música española de Albéniz, Granados y Falla expresa sentimientos de raíces profundas.
Así, poquito a poco, con paciencia y método, de vez en cuando reproduzco con mi yegua las mismas sensaciones del sueño, cuando montaba aquel caballo millonario.
Luego, si ustedes quieren, podemos hablar largo y tendido de la Teoría y Práctica del entrenamiento deportivo, de la metodología en la enseñanza y de la biomecánica del movimiento. Pero primero quiero reivindicar el PASO ESPAÑOL y LA PIRUETA EN TRES REMOS como forma de expresión artística que identifica a la ALTA ESCUELA ESPAÑOLA. Y la diferencia de otras disciplinas, porque si bien, “equitación solo hay una”, las formas de expresión son muy variadas y no queremos que nos confundan.
En defensa de la PIRUETA EN TRES REMOS (esto es una opinión personal) tengo que decir que:
1.- Si nos ceñimos a un análisis puramente mecánico del movimiento podríamos compararlo con infinidad de gestos deportivos que realizan los bailarines en la danza (cambré, croisé, coupé….) o en gimnasia rítmica y deportiva que no los recomendaría precisamente ningún médico. Se trata de una demostración de habili dad y destreza en el movimiento que puede no estar exenta de riesgo. En lo referente a otras disciplinas ecuestres conozco muchas tendinitis crónicas que implican la jubilación anticipada de caballos en el TURF y tampoco parece que sea muy natural saltar de forma repetitiva sobre alturas de 1,60m -1,70m, recibiendo el salto con los anteriores.
2.- Por otro lado y sin que esta apreciación tenga rigor estadístico, todos los jinetes consultados de ALTA ESCUELA ESPAÑOLA, que trabajan en el entrenamiento específico de la pirueta en tres remos con sus caballos, no conocen lesiones importantes provocadas por este ejercicio, siendo la incidencia de las lesiones superior, con diferencias, en otros movimientos explosivos como el trote en extensión donde determinados tendones son sometidos a su máxima elongación al mismo tiempo que la fuerza de empuje llega a su máxima expresión.
3.- Se trata de un ejercicio complicado de enseñar, si bien es cierto que una vez que el caballo lo ha aprendido tiende a repartir el peso entre los posteriores y el anterior apoyado, de manera que no todo el peso recae continuamente en el apoyo delantero, buscando finalmente el caballo su propio equilibrio.
4.- En cualquier caso no es un ejercicio obligatorio con lo cual que no se preocupe el jinete-domador que no sepa o no quiera realizar-enseñar este ejercicio.
Concluyendo:
Lo que realmente es una barbaridad es afirmar que la Alta Escuela Española no debería tener la entidad de disciplina propia y que ha de estar bajo el paraguas de la doma clásica.
Es como incluir el baile flamenco en la danza clásica por mucho que exista una raíz universal del movimiento. Está claro que amen de sus orígenes expresan cosas distintas y en todo caso sería al revés que la doma clásica estuviera bajo el paraguas de la Alta Escuela, al menos a nivel conceptual. No solamente pensamos que es una disciplina con carácter propio, sino que tiene una proyección y trayectoria diferentes, sobre todo, por el apellido de “ESPAÑOLA” y porque el P.R.E. es la raza idónea para su práctica.
En cualquier caso, si hacemos balance de los éxitos deportivos de la Doma Clásica durante medio siglo de participación en competiciones internacionales, observamos que finalmente han sido los caballos de PRE y los jinetes de REAE, los que , junto a la excepción de Beatriz Ferrer, han dado nombre a la Doma Clásica Española.
Quisiera terminar este artículo con un encarecido ruego: QUE NOS DEJEN MADURAR Y CRECER COMO DISCIPLINA DEPORTIVA AMPARADA POR LA R.F.H.E., que bastante años llevamos condenados a participar en exhibiciones, por falta de competiciones oficiales y ojalá que en un futuro, cuando llevemos el mismo tiempo que la Doma Clásica, alcancemos un número suficiente de licencias federativas (actualmente en crecimiento) que nos permita aspirar (¿porqué no?) a ser disciplina olímpica como la vaquera americana que ganó su partida en 2002.
José Antonio Ruiz Martínez
Lcdo. En Ciencias de la Actividad Física y Deporte
Presidente de A.J:A.E.E.
(Asociación de Jinetes de Alta escuela)