Yo conozco bastante a Pepe, su padre, hemos compartido muchos buenos momentos, y a Rocio la conocia desde que tenia pues que se yo ocho o nueve años. Yo me entere de la noticia por su padre, le llamé para hablar de unas cosas y él fue el que me dijo lo que había pasado, no lo podía creer, pero no pensé que la cosa fuera a tener el trágico desenlace que trágicamente tuvo.
Estuve en el entierro y en la misa, fue muy triste. Todavía a veces me resisto a pensar que Rocío ya no está aqui, pero ya no se puede hacer nada, hay que ser fuertes y mirar para adelante, pero si que podemos hacer algo todos, y es velar por nuestra seguridad, cada vez que nos montemos en un caballo usemos el casco, a nadie nos gusta, pero nos puede evitar una desgracia.
Rocio, siempre estarás entre nosotros.