Yo sólo quería hacer un pequeño apunte. Y es que, yo a pesar de tener fincas de todos los tamaños y colores, no estaría nada tranquila dejando a mi caballo suelto todo el día sin vigilancia permanente porque si el caballo tiene cierta calidad te dura en el prado lo mismo que un caramelo a las puertas de un colegio.