Nuestro comportamiento, como ha dicho Gabino, depende muy sustancialmente de las hormonas sexuales que producimos, e incluso de los niveles de andrógenos que recibe un feto, de su madre, durante la gestación. Ya comenté que los hombres y las mujeres son "animales" diferentes.
Susanne Sgrazzutti, en el libro "El caballo, fascinación y mito, escribe (transcribo literalmente):
¿A qué se debe el hecho de que las muhachas, sobre todo, tengan tanta afición por el caballo?. Hace ya mucho tiempo que la ciencia ha descubierto los secretos de este misterio de la naturaleza. Lo atribuye al instinto femenino de protección y atención innato en la mujer. Nada más dejar los pañales, aparecen los primeros síntomas, cuyas víctimas son los ositos de peluche y otros animales de trapo, acariciados y besados durante horas. También son objeto de besuqueos y caricias todos los animales domésticos no suficiéntemente rápidos para escapar y las muñecas de todos los tipos, que se peinan y arreglan hasta que pierden su magnífico pelo.
Los profesionales tranquilizan a los perplejos padres, cuyas hijas, "guiadas por el instinto", sustituyen las muñecas por el caballo -, diciéndoles que la atención al caballo no debe ser motivo de preocupación. En muchos casos, los cuadrúpedos son el último animal al que abrazarse antes de llegar a la vida adulta. Entre los seis y los doce años, manteniendo un trato intenso con el caballo las niñas satisfacen diferentes necesidades emocionales; encuentran apoyo en una compañía fuerte y al mismo tiempo, a través del dominio que ejercen sobre un animal grande y poderoso, adquieren la sensación de dominar lo masculino y lo animal en cuanto tales. Con cierta frecuencia el interés por los cuadrúpedos se esfuma en cuanto aparece el primer amigo y la adolescente prefiere pasar las noches en la discoteca antes que los dias en la cuadra. Naturalmente, no es este el caso de todas las adolescentes aficionadas a los caballos, pero sí el de un buen número de ellas.
ISBN: 978-1-4054-9012-2
Saludos,