Siento no haber estado atenta a esto, he estado liada con selectividad. Gracias por vuestras respuestas.
Xarinea, me refiero a que pega la cabeza al cuello de la misma forma como si yo intento poner papada. No creo (hablo desde la ignorancia) que sea bueno para él, ya que se le deben cargar las cervicales, y repito, no tengo ni idea pero es mi impresión. Se vuelca bastante, se creerá moto, jeje. Aquí os dejo una foto en la que se ve un poco lo que estaba contando:
Y bueno aquí otra sólo para admirar lo guapo que está con su nuevo conjunto jejeje, me tiene enamorada:
He de decir que no me acostumbro a esta montura, supongo que será por haber usado siempre la de salto, se me echa el culo para atrás continuamente (y como dato: crece, meted bien el culo jajaja).
Gracias por los consejos nickys, creo que estoy de acuerdo en lo de mala monta, no sé hasta qué punto pero al menos los propietarios (anteriores al hombre que nos lo vendió) debieron de usar serreta con él, de forma que se le han quedado unas cuantas marcas, sólo perceptibles si te acercas a él, pero al fin y al cabo se ven (no conozco la "herramienta" bien pero dudo de que ninguna pieza de guadarés deba dejar cicatriz). ¿Podría eso haber ocasionado la tensión que lleva en el cuello? Y si es así, si se han centrado más en la posición de la cara, es posible que no le hayan trabajado de atrás a delante (que guay es hablar sin tener ni idea, ejem, perdonadme).
Y lo pregunto por aquí para enriquecerme de teoría, porque profesor sí que tendré de vez en cuando. Quiero saber qué es lo que hago mal (madre mía, aún con casi 15 años con un pie en este mundillo siento que hago tantas cosas mal...). Y tendré alguna vez a un profesional que lo monte, a ver si entre todos superamos estas faltas (que visto lo visto -lo que he leído por aquí mas que nada- que mi caballo no se equilibre bien es de lo mejorcito que puede pasar, vaya pedazo de pan tengo).
Jeje, me encanta esta foto:
Y nada, ya como anécdota: el otro día fuimos a verle y decidimos llevarle zanahorias como premio para después de trabajar. Cuál fue mi sorpresa al ver que me apartaba la cara de la zanahoria, no la quería, no, no, no. Insistí extrañada y después de olerla un poco, decidió probarla. Instantáneamente después, el enano ya tenía las orejillas tiesas en mi dirección buscando más. No, nunca había recibido una zanahoria. Dos días después se comió un pan. XD
Y trabajando a la cuerda, decidimos soltarle porque no hacía ni caso patatero, y que trotase sin cuerda (ya lo había hecho con anterioridad, si supiese poner vídeos subiría jeje). Resultado: un caballo-perro siguiéndote por toda la pista. Girabas, giraba. Corrías, aceleraba el paso (no trotaba el capullo jeje). Te parabas, ¡pum! tenías un caballo detrás quietito y mirándote. En fin, gracias por dejarme compartir mis alegrías, que son muchas, en esta página.