Otra costumbre malsana y arraigada en mi tierra, es la de presentarse en la cuadra a las nueve de la mañana y co,menzar a "egalanar" al caballo, trenzarlo, hacerle la cola...quizás los cascos sólo se pinten por fuera, pero se hace, quemarle los pelos de las orejas iteriores, etc etc.Una vez puesto, se "pone" el jinete o amazona, ya han dado las 11 de la mañana... !a caballo!, comienza el calvario, con parada en todas las tabernas, que por el camino hay, ¡ojo!, el camarero sale a servirlos, el jinete no echa pie a tierra, ya están en el recinto. llames feria, romería o lo que sea, ahora consiste, en paseito, parada paseito vuelta a parar, para tomarse otro "medio" a todo esto el apuesto jinete nunca echará pie a tierra, a no ser que una necesidad imperiosa, fisiológica le obligue, y cuidadito caballo si eres capaz de moverte, cuando tengo yo una copa en la mano, "te meto las espuelas de alicate hasta el culo y la serreta a la vez hasta las sienes", este sauplicio hasta las veinte horas, que pone grupa a la cuadra, no sin antes pasra por las tabernas de la mañana...cuando llega a la cuadra, no le queda lucidez, nada más que a lo sumo de quitarle la montura y no siempre, cuantas veces he visto después de una feria, perder los caballos las crines y la cola, por que se le ha "cocido" de tenerla tan apretada tantísimo tiempo...Bueno y no os lo perdais, la inmensa mayorái que estas cosas le gustan, lo hacen una o dos veces a lo sumo al año, el resto de los días se los pasan los animales en las cuadrsa día y noche.
No sé quien osó, decirme embustero, me reservo la respuesta, pero pido encarecidamente, que modere sus palabras. Cuando me asomé al camión, no uno sino los nueve caballos tenían las narices marcadas, de forma muy drástica, ostensible y visible. El arabito que fue al que vi montar, lo tuvieron que sujetar y bufaba como un torito, cuando lo montó, se quedó cula cotrdero e iba, puesto como a continuación describo, Un atrtilugio que nunca antes había visto, y era que la SERRETA, la tenía literalmente amarrada al bocado, es decir hacía presión la unísono cada vez que tocaba rienda...quisiera o no.