Pues yo no estoy de acuerdo ni con Stratego ni con Gabino.
Un caballo que ha tenido una lesión de tendón en las manos, necesita sujección sí o sí, si va a realizar un trabajo intensivo.
Otra cosa son los caballitos de paseo y similares, que es posible que no se resientan.
Eso de que la naturaleza es sabia y protege de todo está muy bien cuando los caballos viven en la naturaleza y están sanos. Pero esa no es la realidad del deporte.
¿Nadie se ha fijado en las venditas que suele llevar Rafael Nadal bajo las rodillas? ¿Las lleva de adorno, para hacer bonito, o porque sus médicos-los mejores del mundo en medicina deportiva- son unos incompetentes? ¡Si la naturaleza lo hace todo sola! ¿Cuándo se ha visto que una articulación necesite ayuda para sujetarse? Y las muñequeras, vamos, ya deben ser criminales, mira que sujetarse unas articulaciones sanas!!! ¡Crimen, crimen, que las está calentando!
Supongo que los médicos de los grandes equipos de fútbol son otros irresponsables de tomo y lomo, porque ¡mira que vendar los tobillos de los jugadores que han padecido esguinces! ¡con lo que calientas las vendas los tendones!
Y eso, en humanos. En el mundo de los caballos, supongo que deberíamos citar como ejemplo de jinete incompetente y que sin duda no disponía de buenos veterinarios, al señor Whitaker. ¡Mira que trabajar a Milton con vendas durante años después de su lesión de tendones! Y oye, que el caballo no recaía, por mucho que se empeñara en calentarle los tejidos, hay que ver...
Seamos serios, por favor. Ningún médico deportivo medianamente serio recomendaría trabajar sin sujeción un tejido que está recuperandose o que está mal recuperado/cicatrizado (como es el caso del 99% de las tendinitis equinas).
Hablad con veterinarios de verdad, que estén acostumbrados a tratar caballos de deporte, y el 100% os dirán que hay que sujetar los tejidos.
Y dejaos de movidas extrañas sobre calentamiento. A no ser que se dedique al raid, un caballo no trabaja más de tres cuartos de hora, una hora máximo, con las vendas puestas. Por supuesto, yo también tuve una época de experimentar y dejar que la naturaleza los fortaleciese por sí sola, y los resultados los tengo clarísimos. Si queréis haced la prueba.
Trabajad un caballo con los tendones tocados, con la misma intensidad, un día con vendas y otro sin ellas, y tocadle los tendones diez minutos después del ejercicio, y ya veréis qué sorpresa cuando comprobéis que el tendón tocado está más caliente el día que ha trabajado sin vendas que depués de trabajar con ellas.
Gel refrescante antes y después del trabajo, buen vendaje, mucha observación, y los días de trabajo más intenso, a dormir con greda.