Para entender el significado de “Jaca” hay que situarse en las costumbres, lugares y tiempo en que se empezó a definir así cierto tipo de caballos. Hasta el siglo XIX el caballo era fundamentalmente un animal dedicado al trabajo, bien como ayuda en las faenas del campo o bien como medio de transporte ya fuera en montura o enganchado. El caballo como recreo o deporte como se entiende hoy en día no existía.
En Andalucía, lo normal es que en las dehesas que criaban ganado vacuno se criaran también equino que servían posteriormente para ayuda en el manejo del ganado (de ahí la doma vaquera), o para el cruce de las yeguas con burros, para sacar mulos, animal más adecuado para carga, o para venderlos, bien a matadero para carne o para la ciudad donde se enganchaban o se utilizaban como animal de montura.
Así, en las dehesas podían existir muchos caballos de trabajo. Lo normal es que todos los días se montaran (trabajaran) durante muchas horas. Cuando terminaban su faena todo sudados, no se duchaban y metían en un box como hoy en día, sino que lo normal es que se soltaran en un cercado o corral con cobertizo donde se le echara el pienso y se les dejara descansar hasta el día siguiente. Hay que tener en cuenta que en esa época el agua corriente no existía y la que se almacenaba a base de acarrearla en angarillas y cantaros a lomos de burros y mulos, no se podía desperdiciar en lavar un caballo. Viviendo así, el caballo se revolcaba y embarraba y al día siguiente, antes de comenzar su trabajo, simplemente se le pasaba la rasqueta (almohaza) y el cepillo (bruza), se le echaba la montura o aparejo y otras muchas horas de trabajo.
Pues bien, así las cosas, estos caballos una vez terminado su corto tiempo de doma, se preparaban de tal forma que su aseo fuera fácil. Se le entresacaba la crin y cortaba el macho para que no se ensuciaran mucho y como convivían todos juntos, se castraban. Solían ser de tamaño medianos, pues los más grandes se dejaban como sementales o se vendían para carne. A estos caballos se les empezaron a llamar “jacas”, que es una palabra que dicen que viene del inglés “Hackney”. (No tengo ni idea si es así).
Los que se dejaban como sementales, se dejaban “enteros”, es decir no se les tocaba un solo pelo. Vivian en cuadras, amarrados en pesebreras domándolos y dejándolos en todo caso para uso de los señores. La higiene era mejor pues solían ser atendidos por mozos de cuadras, aunque tampoco se duchaban como hoy en día.
En definitiva el término “jaca” definía un caballo que por su trabajo y arreglo estaba capado, colino y con crin entresacada, de tamaño mediano y dedicado a faenas de campo.