El dolor es el
último estadio de todo proceso. Antes de que aparezca el dolor hay pérdidas de rangos movimientos normales, falta de flexibilidad intraarticular,
pequeñas molestias que sin ser un dolor clínico detectable sí que afectan a su trabajo y que suelen confundirse con problemas de equitación o comportamiento, etc. Ese tipo de cosas las tiene que valorar un
veterinario que sea especialista en quiropráctica u osteopatía, que en España es la única titulación que habilita para la diagnosis y tratamiento de patologías en animales tal y cómo determina el Consejo de Colegios Veterinarios.
La valoración de la movilidad de cada una de las articulaciones vertebrales no tiene porque corresponderse con la movilidad que tu observes en la yegua, bien montada bien pie a tierra, ya que la movilidad que se observa es la suma de las movilidades de muchas vértebras en un movimiento conformado que le exiges en un determinado momento; puede que para realizar el movimiento que se le exige unas vértebras estén moviéndose por exceso para compensar la hipomovilidad de otras, y es esto, entre otras muchas cosas, lo que verifica un quiropráctico veterinario. El hecho de que la
columna funcione como un todo hace que en ocasiones una hipomovilidad lumbar pueda estar relacionada con una situación determinada cervical, motivo por el que las exploraciones y
ajustes quiroprácticos siempre han de ser sistemáticos y completos abarcando toda la columna, desde el cráneo a la cola.
Si fuese postural no tiene por qué presentar dolor ya que como te digo, el dolor aparece al final del proceso cuando el organismo es incapaz de compensar los desequilibrios biomecánicos a los que se le enfrenta.
Los mejores ejercicios para estos dorsos son todos aquellos que permitan trabajar la dorsoflexión y ventroflexión, es decir que hagan que la columna en la zona lumbar y lumbosacra se mueva como una "acordeón" con respecto al eje horizontal de la columna. Las transiciones ascendentes y descendentes tanto dentro de un mismo aire de más a menos velocidad y viceversa, como entre diferentes aires van bien en estos casos como punto de inicio, sin embargo es necesario no perder de vista que si hay alguna vértebra con alguna restricción de movimiento o desalineación es probable que estos ejercicios no nos proporcionen la eficacia esperada.
En un caso como éste lo ideal es saber si la movilidad vertebral es la correcta con una
revisión veterinaria-quiropráctica y una vez con esto revisado y solucionado en su caso, introducir tanto los ejercicios comentados como un programa de
core-training que permita fortalecer la musculatura interna que estabiliza cada vértebra. El ajuste quiropráctico previo permite mejorar exponencialmente la eficacia de los ejercicios que se realizan y disminuir drásticamente las posibilidades de lesiones, dado que garantiza que cuando exijamos movilidad a las vértebras, éstas la proporcionarán de manera armónica y equilibrada, de lo contrario nunca sabes si estás consiguiendo una buena apariencia externa de ejercicio a costa de que unas vértebras se mueven en exceso para compensar a otras que se mueven muy poco, situación ésta que con el tiempo siempre redunda en problemas.
Espero haberte sido de ayuda, recibe un saludo!