Hola Ecijano,
A mí eso que cuentas me ha pasado ya varias veces, con potros (sin ir más lejos, el que tengo actualmente) y con caballos que vienen resabiados.. El mismo resabio, en cuanto tratas de subirte, salen disparados sin dejarte meter el pié derecho en el estribo. Y lo peor, es que a veces, el resabio va a más y me ha pasado alguna vez lo mismo al bajarme. Era soltar el pié derecho y empezaba a moverse sin dejarme desmontar.
Sila, ha dado un buen consejo: Contra una pared, para evitar que se mueva hacia adelante y mucha, muchísima paciencia. Tardes enteras subiendo y bajando.
Yo tengo un método, que no sé si será el bueno, pero es el que a mí me ha funcionado, de momento....
1.- Caballo de frente a la pared que evite que vaya hacia adelante, pie izquierdo en el estribo, me subo sobre el estribo sin llegar a montarme, y así le tranquilizo y estoy un rato, cargando peso, de pie en el estribo y tocando muy suavemente las riendas para que no se mueva. Me bajo. Si se ha estado quieto, premio con caricias (o si a ti te gusta más, con puñadito de pienso). Eso lo hago todas las veces que haga falta hasta que percibo que el caballo lo ha entendido (las orejas suelen ser una señal muy fiable, si las tiene para atrás...malo).
2.- Superado el primer trámite, hago lo mismo pero ya me monto en la montura. Y aquí has de conseguir que el caballo esté parado (aunque no estribes aún el pie derecho). Lo haces todas las veces seguidas que haga falta hasta que detectes que el animal ha comprendido que lo que quieres es que cuando te subas no se mueva (las caricias y premios son importantísimos), y sobre todo, que le veas tranquilo (las orejas….).
3.- Conseguido esto, estribas muy poco a poco. Se supone que el caballo ya ha aprendido a que tu quieres que no se mueva cuando te subes y no tendría por qué moverse, pero si lo hace, no lo resabies más (que ese fue mi primer error) y vuelve al paso uno.
Si además tienes la ayuda de alguien más que te sujete el caballo, como dice Sila, mejor, estarás más seguro.
Una cosa muy importante, que yo hice mal en algunas ocasiones y que me trajo muchos problemas. Cuando lo hayas conseguido, que montes y desmontes sin problema. Las primeras veces, cuida mucho que cada vez que lo hagas, no hagas nada extraño que pueda asustar al animal. Ya me entiendes, súbete y bájate muy despacito, hablándole (esto es fundamental, avísale siempre), acariciándole si se está quieto. No hagas un mal gesto (procura evitar resbalones, voces, coches cerca, todo lo que pueda ser susceptible de asustar al potro) porque tendrás que volver a empezar.
Seguro que no te he contado nada que no supieras ya, pero al menos quería contártelo para que vieras que, como dicen por aquí, “en todos los sitios cuecen habas”. Es decir, que nos pasa a todos…
Ánimo.