Muchas gracias, Sila... siempre tuve esta duda. Entonces, lo que en términos vaqueros se llama serretón, no es otra cosa que lo que en la equitación "académica" se llama cabezón (con serreta, para aclarar más). Las piezas son idénticas, y creo que sin duda es el mismo instrumento, sin ninguna diferencia apreciable.
Sí... ese,o uno liso que tengo, son mis instrumentos favoritos para montar potros, o caballos que dan problemas, o se defienden de las embocaduras. Y los resultados, a pesar de mi poca destreza, han sido buenos.
Con el cabezón pasó algo muy curioso, y muy ridículo (a mi entender, nadie se ofenda): este instrumento fue, según confesaron todos aquellos Maestros, el fundamento de la extraordinaria ligereza de boca de los caballos hechos en las buenas Academias, a los que el bocado les servía poco más que de adorno, pues eran insinuaciones, más que órdenes fuertes, lo que daban con él.
Pero en cierto momento, se dejó de usar... pero a los caballos se les siguió exigiendo llegar a los mismos grados de ligereza, aunque quitándoles los medios más naturales de alcanzarla. Y de ahí ha venido, creo yo, la complejidad a veces absurda a que ha llegado la equitación académica moderna, que pide al jinete combinaciones tan aparatosas de ayudas de brida y bridón, que sólo en momentos de "inspiración" pueden hacerse como se prescribe... y no hablemos ya de hacerlas en momentos de peligro, en el campo, con los caballos nerviosos, o en terreno difícil, que entonces se vuelven imposibles de hacer.
Esta ventaja de los caballos antiguos se ha perdido por completo: hacían ejercicios dificilísimos (como la
cruz en corvetas, que no sé si habrá quien la haga hoy

)... pero con ayudas fáciles de dar. Ecijano, si ha leído el libro que le envié, lo habrá comprobado. Los movimientos de la mano, piernas, y cuerpo, eran de lo más sencillo que pueda imaginarse, y su combinación e intensidad eran las que distinguían los efectos, sin mayor complicación.
Ahora, los más "puristas" jinetes de Doma Clásica (y no solo ellos) se espantan al ver un cabezón, y lo llaman bárbaro... ¿no saben que esa "cosa salvaje" fue el instrumento preferido por los hombres que hay colgados (en retratos, digo

) por las paredes de los Academias, y de las Escuelas?. ¿No se han molestado siquiera en leer las enseñanzas que presumen de conservar, la equitación "clásica"?.
En fin... disculpad mis extravagancias, pero hay actitudes en el Mundo de la equitación deportiva, que no entiendo, y creo que no las entenderé nunca.
Saludos.