En su día dije que Totilas me recordaba a un caballo vaquero. La causa de esto era que su porte, con el dorso ligeramente hundido y su nuca alta, con mucha expresividad es muy típica de caballos vaqueros que, a pesar de ello usan mucho sus pies. Sin embargo, actualmente esos pies van como desconectados, sin actividad reseñable, ha perdido la "chispa" volviendo a los términos vaqueros. Es más, los fallos más evidentes se producen por esa causa, y no se si es por poca acción de piernas o demasiada de manos.
Para mí Totilas era tan buenos porque aunaba la expresividad vaquera y su "chispa", aun sin tener nada que ver con esta disciplina, con la técnica y la perfección de la Doma clásica. A día de hoy ha perdido su gran expresividad y bastante de su técnica. Para mí se ha convertido en un caballo más, bueno, pero igual que muchos de los que pueblan las pistas. Antes, además de ser bueno, muy bueno, era distinto.