leyendo el discurso de donde va la hebilla, me he acordado el primer dia que cambie las botas por polainas, me puse la cremallera para dentro osea para el cuerpo del caballo si supieseis lo que se rieron casi tanto como el dia que puse una montura al reves, yo lo miraba y decia que raro 
ala visionarlo y reiros
ala visionarlo y reiros