Yo tampoco soy partidaria de dejarla en paz en cuanto chille. Si siguiera esa forma de actuar, me sería actualmente imposible ponerle la cabezada a mi caballo, pues cada vez que intentaba tocarle la oreja (necesario para poner la cabezada) retorcía el cuello para que se la dejara en paz. Si tengo que esperar a que voluntariamente se deje, aún estaría esperando, y ya hace 3 años que lo tengo. No, lo que creo que es mejor es ir tocando poco a poco y emplear una recompensa verbal cuando se comporte. Que aprenda lo que significa "muy bien", o con un clicker si se sabe emplear. Si chilla, se chista y se vuelve a empezar. Pero no nos vamos. Porque entonces aprenderá que si chilla nos vamos y la dejamos en paz.
Por cierto, si ese señor tiene los caballos tan mal imagino que ya habrás puesto una denuncia, aparte de insultar en el foro, ¿no?
He puesto montones. He denunciado ante el Ayuntamiento y Seprona. He hecho fotos, vídeos y todo tipo de informes.
La respuesta siempre fue la misma: "tomamos nota".
Ese vídeo es después de que YO aflojase la cabezada y cambiase de posición la correa sobre la nariz. Antes de eso, sobresalían unos 3-4cm de piel sobre la correa y tenía un aspecto terrible. Al día siguiente el caballo desapareció.
Vídeo de otras yeguas:
Días sin agua. Tuve que llevarles yo como pude en varios viajes. El calor era insoportable. Bebieron hasta reventar. Llamada al Seprona, toman nota y a paseo.
He tenido que dar agua en multitud de ocasiones a esos caballos. Los vecinos también o se los encontraban muertos.
Tengo mil vídeos y fotos más.
He informado de una yegua con un casco partido a la mitad y en vertical, coja, sin atención de ningún tipo. Ni caso me han hecho.
He tenido que ir corriendo a cortar la cuerda de una yegua a la que se le deslizó de detrás de las orejas hacia la garganta y casi se ahorca. Las autoridades desaparecidas.
Montones de veces he tenido que desenredar a los animales de su estaca o de un árbol, con a lo mejor un metro de cuerda o menos. Sin poder comer ni beber sabe dios desde cuándo.
He tenido que dedicarme a cortar plantas y comprar fruta y zanahorias para un caballo al que tuvo comiendo tierra durante varias semanas, y sin agua. ¿Sabes cuál fue la respuesta de las autoridades? Adivina.
He tenido que escudar a una yegua oscura que se soltó de su estaca y andaba de noche por la carretera. En pijama y sola tuve que ponerme delante de ella para que no la atropellasen y llevarla a un lugar seguro.
He curado heridas de la carita de algunas yeguas que, al atarlas como le da la gana y con cosas de lo más raro y cadenas, acaban con úlceras terribles y las moscas se las comen vivas.
He hecho compañía durante muchas horas a esos caballos que viven solos, aislados, atados con 5 metros de cuerda, sin domesticar. He conseguido que todos ellos me dejen tocarlos, rascarlos y que me reciban con relinchos y ruiditos, cuando al principio era todo pánico.
Y créeme, desenredar de un alambre de espinos a un caballo sin domesticar y maltratado... Fue una locura. No sé ni cómo salí viva de aquello.
A veces... Desaparecen y no los vuelvo a ver. Tengo grabado en el alma el relincho de terror/alegría que soltó "La Niña" cuando iba en el van y me vio en el campo. Rompí en llanto. Jamás la volví a ver...
Ahora estoy amansando a una potrilla de 6 meses. Le llevo cosas ricas a ella y a su madre, y la estoy enseñando a que mola eso de recibir rascados y jugar. ¿Y sabes por qué lo hago? Porque quizá mañana decida enviarlas al matadero, y al menos habrán disfrutado de algunos manjares y caricias, madre e hija.
Todos los caballos están a la intemperie. Sin refugio. Haga un sol abrasador o granicen pedrolos. Sin poder apenas caminar. Sin agua. A veces sin comida porque se han comido la hierba a su alrededor y ni se molesta en mirar si están bien. Durante semanas. Con cadenas que pesan una barbaridad atadas en la nuca y presionan la garganta. Con tornillos que les cortan la piel. Con parásitos de todo tipo. Con velutinas devorando sus heridas... Y velutinas atacándome por ir corriendo a darles un guantazo para que dejasen en paz al animal. Puedo seguir contando hasta pasado mañana.
¿Adivinas la respuesta de las autoridades?
¿Te sientes en paz porque tienes a tu caballo en tu hípica y te despreocupa lo que le ocurra a los demás o te hierve la sangre como a mí? ¿Quieres dedicarle un poema de amor a ese indeseable o quieres que lo atropelle un tractor?