Creo que nos hace falta a todos reflexionar un poco. Quien más quien menos, todos hemos aprendido a montar con caballos de escuela, unos llevaban filetes, otros pelham partido, quizá algunos hackemore y unos pocos directamente bocados (esto último se ve mucho menos). Todos hemos rebotado sobre el dorso de un caballo, todos en algún momento hemos dado una patada o un fustazo de más o a destiempo, o un tirón en la boca. Los caballos de escuela son caballos que suelen estar desensibilizados. Con esto no quiero decir que una patada fuerte o un tirón de riendas fuerte no se le haga daño. Pero la mayoría de las "patadas" o "tirones" de los novatos no suelen ser dolorosos. Molestos sí.
Después, cuando vamos aprendiendo, la gran mayoría nos vamos dando cuenta de todos nuestros errores y nos esforzamos por mejorar. No solo en montar mejor, sino en tratar mejor a los caballos.
Pretender que en una hípica que tienen clases de escuela para novatos todos los caballos vayan con filete, equilibrados y puestos, es pedir peras al olmo. Que esos caballos sean maltratados, estén desnutridos, con heridas, resabiados por el trabajo... es lo que nunca deberíamos aceptar cuando estamos empezando.
Muchas veces pienso en que yo misma entré en este foro siendo una principiante de tirones y culadas. Si en aquel entonces se me hubiera dicho que eso era maltrato y que más valía que me quedara en mi casa (opciones mejores en mi caso no había en aquel entonces), no tendría hoy dos caballos que viven en paddock todo el verano y en paddock y box en invierno. Y porque debido a mis circunstancias no puedo darles nada mejor.
Quizá haya quien siga pensando que por tener a los caballos en una hípica y no en libertad los estoy maltratando. Yo prefiero seguir pensando que sigo aprendiendo y mejorando. Mi máxima siempre ha sido que mis caballos tengan mejor vida conmigo que la que tenían anteriormente. De momento lo voy consiguiendo. Sé que estoy muy lejos de lo ideal, pero bueno, también estoy muy lejos de lo ideal en otras cosas.