Nordes, yo también me había fijado en eso, y la verdad es que como a ti me llama la atención que seamos tan insensibles y juguemos con un ser vivo como si fueran unos esquís - es que este es el último ejemplo que me pusieron - Resulta que hay una cría en " mi " hípica que primero tuvo un caballo : tremendamente tímido, que se iba a la última esquina de la cuadra si te acercabas, y con la nariz destrozada por una serreta. Con el cariño de la cría y de la gente de por allí que le decíamos cosas, el caballito ha mejorado mucho, ya deja que le acaricies, come las zanahorias que le ofreces, aunque su nariz nunca recuperará su aspecto normal. Poco después, a la niña le regalaron una yegua más buena que el pan.Hasta aquí todo bien. Monta al caballo en la pista, y a la yegua en el campo. El problema ha llegado hace apenas un mes. La cría quiere saltar y le han regalado una yegua para ello. Tanto ella como su madre, ahora sólo le dan bola a esta yegua, y una noche, su madre nos dice , a un señor y a mi, que va a vender a Nescafé - el caballo tímido -. El hombre y yo le dijimos que era tremendamente injusto, y ella dijo que : " esto es como el esquí, cuando salen unos más modernos, tiras los otros y te los compras " . El hombre y yo le dijimos lo que pensábamos, y se enfadó bastante. De momento no lo ha vendido, pero.....
Oye, María..., ¿ y a ti que te ha pasado ?
Besos. Mayca.