Opino, como Olimpic, que opinar con radicalidad sobre lo que se desconoce en profundidad es una temeridad, a menos que procediera de alguién tan respetuoso con la naturaleza que se limitara a la simple contemplación pasiva de la misma, sin interferir en ella. El ser humano ha dispuesto (por gracia divina, ¡digo yo!) de animales "supuestamente" inferiores para servirse de ellos como alimento, transporte, trabajo y/o deporte. Trastocamos el hábitat natural de un animal, simplemente porque consideramos que es bueno para él, cunaod no es así, porque no estamos en disposición de decidir algo tan delicado. Cualquier animal extraido a su entorno y costumbres naturales, viene siendo, a lo largo de generaciones, un esclavo de nuestros caprichos. No podemos vetar las costumbres de unos y aferrarnos a las nuestras, porque, desde ese punto de vista, tan aberrantes son unas como otras. Creo que la cuestión es: saber y conocer a fondo para opinar y si no, ya lo dice la Biblia: "el que esté libre de pecado,..." Un saludo.