Martes 27 de junio de 2017
Hoy se cumplen 24 semanas desde que le estoy haciendo las curas, y 37 semanas desde la lesión.
Si todo va igual (de bien), es la última semana de curas. A partir del 4 de junio, recibirá el alta.
La herida no genera pus en absoluto!
Está prácticamente cicatrizada. No detecto nuevas bolsas de pus, y tampoco detecto fabricación de pus en las antiguas. En definitiva, la inflamación se ha reducido de forma bastante uniforme, y no podemos hablar de bolsas de pus. Aún está más abultado en dos zonas en concreto, pero supongo que esto le quedará para mucho tiempo, o quizás para siempre. Hoy en día, la inflamación se ha reducido en un 80% respeto a la semana uno. Aún así, el pie derecho es prácticamente doble que el sano. Espero que en tiempo, este volumen se disminuya. Habrá que ver si la teoría que el potro crece pero la inflamación no, hará que se equilibre “la cosa”. Pero a mí no me importa demasiado si se queda con un pie más hinchado que el otro, mientras no le afecte a él demasiado.
Parece que sabe que recibirá el alta pronto. Le veo más alegre y come mucho mejor el pienso. Lleva muchas semanas fuera, hay yerba verde en abundancia, y tiene otro tonus.
Ha sido un camino muy largo, pero ha merecido la pena. Unos días más, y nos acercamos a la meta. A la primera meta! Habrá más! Conservar su estado actual, hacer que engorde un poquito, y esperar que la inflamación se reduzca aún. Pero en cuanto a las curas, y al objetivo curar y cicatrizar, se ve con mucha claridad la luz del túnel.
Esto puede llegar a ser mi penúltima intervención relacionada con “el diario”. Después, de vez en cuando, volveré a redactar informes, pero con frecuencia irregular. Ya que la cicatrización ha concluido, y no hará falta un seguimiento semanal.
Gratitud a todas las personas que se han implicado en el DIARIO DE UNA HERIDA.