Yo también soy de la opinión que las personas que llevaron sus caballos aunque no fueran seleccionados, fueron los que realmente vieron las técnicas de MR en funcionamiento. Como yo no lo ví, no sé si a mí me hubiera gustado o no, si habría sacado algo en claro o no, pero desde luego las personas que me lo han contado se sentían muy defraudadas. Claro que como ya dije, tampoco sé qué esperaban sacar realmente, porque en tres-cuatro horas y teniendo que tratar varios caballos, difícilmente creo que se puedan lograr resultados espectaculares, al menos en todas las sesiones. Milagros a Lourdes...
A mí este verano también me pasó algo parecido. Este verano estuvo en mi hípica dando un clinic de salto un jinete/criador francés que en su juventud fue instructor en Saumur. También se ofreció para dar clases de doma, y como de eso andamos escasitos en mi club, me apunté. El primer día montabas tu el caballo haciendo los ejercicios que él te pedía pero sin corregirte, para ver los puntos flacos. El segundo día, y según el problema del caballo, lo montaba él para que viéramos qué se podía hacer realmente. El tercero tenías que volver a montarlo ya siguiendo sus instrucciones.
El primer día monté y me dijo que a la yegua le faltaba impulsión y ligereza (ahí descubrió las Américas, el pobre hombre). El segundo la montó él, y la yegua enseguida empezó a protestar con la cabeza. Empezó a hacerle transiciones y para mi horror, le hizo andar todo lo largo de la pista grande (unos 70 metros) PASO ATRÁS tres veces. Probablemente haría algo más que eso porque la montó durante una hora, pero esto fue lo que se me quedó grabado. Lo siento por los que os habéis jugado las manos, pero a pesar que estaba horrorizada y sufriendo por la yegua, no fui capaz decirle que parase. Al final la yegua se quedó redonda redonda como nunca había estado, y después ese mismo día la monté yo y se suponía que tenía que seguir trabajándola, pero la dejé descansar. Al día siguiente no fui, tenía que ir a trabajar pero no hubiera ido de todas formas, porque aunque la yegua iba mejor al acabar la sesión, no me gustó para nada la técnica tan agresiva que usó. Me levantaron 100 Eurillos por ello, y la verdad es que durante unos días me sentí engañada.
Pero bueno, como los 100 Eurillos no me los iban a devolver, miré el tema por el lado positivo y al final me dí cuenta que había aprendido unas cuantas cosillas.
- Le quitó el cierrabocas a la yegua y es verdad que va más descontraída sin él.
- Me acortó un punto los estribos y ahora montó muchísimo mejor y mi pierna es más efectiva.
- He confirmado que todavía me falta bastante para sacar todo lo que mi yegua puede dar de sí.
- He aprendido que no tengo que dejar a nadie mi yegua, ni que sea un jinete olímpico, sin haber visto antes la forma que tiene de montar.
A mí este verano también me pasó algo parecido. Este verano estuvo en mi hípica dando un clinic de salto un jinete/criador francés que en su juventud fue instructor en Saumur. También se ofreció para dar clases de doma, y como de eso andamos escasitos en mi club, me apunté. El primer día montabas tu el caballo haciendo los ejercicios que él te pedía pero sin corregirte, para ver los puntos flacos. El segundo día, y según el problema del caballo, lo montaba él para que viéramos qué se podía hacer realmente. El tercero tenías que volver a montarlo ya siguiendo sus instrucciones.
El primer día monté y me dijo que a la yegua le faltaba impulsión y ligereza (ahí descubrió las Américas, el pobre hombre). El segundo la montó él, y la yegua enseguida empezó a protestar con la cabeza. Empezó a hacerle transiciones y para mi horror, le hizo andar todo lo largo de la pista grande (unos 70 metros) PASO ATRÁS tres veces. Probablemente haría algo más que eso porque la montó durante una hora, pero esto fue lo que se me quedó grabado. Lo siento por los que os habéis jugado las manos, pero a pesar que estaba horrorizada y sufriendo por la yegua, no fui capaz decirle que parase. Al final la yegua se quedó redonda redonda como nunca había estado, y después ese mismo día la monté yo y se suponía que tenía que seguir trabajándola, pero la dejé descansar. Al día siguiente no fui, tenía que ir a trabajar pero no hubiera ido de todas formas, porque aunque la yegua iba mejor al acabar la sesión, no me gustó para nada la técnica tan agresiva que usó. Me levantaron 100 Eurillos por ello, y la verdad es que durante unos días me sentí engañada.
Pero bueno, como los 100 Eurillos no me los iban a devolver, miré el tema por el lado positivo y al final me dí cuenta que había aprendido unas cuantas cosillas.
- Le quitó el cierrabocas a la yegua y es verdad que va más descontraída sin él.
- Me acortó un punto los estribos y ahora montó muchísimo mejor y mi pierna es más efectiva.
- He confirmado que todavía me falta bastante para sacar todo lo que mi yegua puede dar de sí.
- He aprendido que no tengo que dejar a nadie mi yegua, ni que sea un jinete olímpico, sin haber visto antes la forma que tiene de montar.